Según una primera estimación, la inflación en la zona euro subió 5,8% anual en febrero mientras que en enero lo había hecho al 5,1%.
La mayor contribución al índice fue la de los precios de la energía que subieron el 31,7% anual. Alemania y Francia se ubicaron por debajo del promedio con incrementos de 5,5% y 4,1% respectivamente, en tanto que Italia y España superaron el promedio con 7,5% y 6,2%.
Se trata del cuarto mes consecutivo en el que sube la tasa de inflación y esa tendencia se mantendrá porque la invasión de Rusia a Ucrania genera mayor presión sobre los precios de la energía.
- El 40% del gas natural que importa Europa proviene de Rusia que también es un gran proveedor de petróleo cuyo precio sigue escalando y ya alcanzó los US$ 110 por barril.
La situación plantea un dilema para el Banco Central Europeo que proyectaba un paulatino descenso de la tasa de inflación producto de la caída de los precios de la energía. Pero el escenario cambió y ahora los analistas le sumaron 1 punto a su estimación de inflación para este año que en este contexto superaría ampliamente el pronóstico de 3,2% que hizo el BCE en diciembre.
También se verá afectado el nivel de actividad. Antes de la invasión, JP Morgan proyectaba un crecimiento del PIB de 1% en el primer trimestre del año, pero ahora estima que la economía se estancará.
La próxima reunión del BCE está prevista para el 10 de marzo y sus decisiones estarán condicionadas a lo que ocurra en Ucrania. Un endurecimiento de la política monetaria, como el que antes se esperaba para frenar la inflación, tal vez deba postergarse ante la desaceleración que mostraría el nivel de actividad. La titular de la entidad, Christine Lagarde, siempre sostuvo que la suba de la tasa de interés no debía precipitarse, pero el mercado apostaba a que habría al menos dos aumentos este año. Ahora, la visión de los inversores es otra y consideran que la suba de tasas se va a demorar.
