Según una primera estimación, la tasa de inflación anual en la zona euro subió 5,1% en enero mientras que en diciembre lo había hecho al 5%. Nuevamente la energía, con el conflicto entre Rusia y Ucrania como telón de fondo, lideró el alza con una variación anual de 28,6% y excluyendo ese rubro y otros que son volátiles, se llega a una inflación básica de 2,3%, inferior a la de diciembre. La inflación en Alemania fue igual al promedio en tanto que las de España e Italia se ubicaron por encima con el 6,1% y 5,3% respectivamente. Entre las economías grandes, Francia fue la que tuvo la menor inflación con 3,3%.
Según el Banco Central Europeo, la inflación promedio durante 2022 se ubicaría en 3,2%. A fin de año se acercaría a la meta de 2% y en 2023 se colocaría por debajo. Con ese panorama, descarta una suba de la tasa de interés este año. Sin embargo, muchos analistas consideran que una inflación más alta que la que se había proyectado puede alterar los planes. En su reunión del 10 de marzo el BCE dará a conocer sus nuevas proyecciones económicas que podrían influir en su estrategia. Una parte del mercado considera que será inevitable una suba de 0,25% de la tasa antes de fin de año siguiendo los pasos de la Reserva Federal.
Mañana se reúne el BCE y los mercados esperan con particular interés las definiciones de su presidenta Christine Lagarde en su habitual conferencia de prensa posterior.
