La inflación en Estados Unidos descendió otro escalón en junio. El índice de precios al consumidor se desaceleró desde el 3,3% anual en mayo al 3%, un nivel inferior al que esperaban los analistas. En términos intermensuales se registró una deflación de 0,1%.
Por su parte, la inflación básica que excluye a los rubros más volátiles, pasó de 3,3% anual a 3,1% mientras que en la comparación mensual subió 0,1%, el menor incremento desde agosto de 2021.
- Los datos de inflación, sumados a los que muestran un enfriamiento del mercado laboral, aumentan las chances de que la Reserva Federal baje la tasa de interés en su reunión de septiembre.
- En la de fines de julio, el mercado descuenta que no habrá cambios.
La reacción inicial de los mercados ante la proximidad de un aflojamiento de la política monetaria como consecuencia de una menor inflación fue la previsible: subieron las acciones y cayeron los rendimientos de los bonos del Tesoro y del dólar frente a otras monedas.
Otro dato relevante para los mercados es que el índice de precios de los gastos de consumos personales, que es la medida de inflación que más toma en cuenta la Fed para definir su política monetaria, subió 2,6% en mayo y se está acercando a la meta de 2%.
Que se reduzca el ajuste monetario es una buena noticia para Wall Street y también para la Casa Blanca. Un recorte de la tasa de interés poco antes de las elecciones presidenciales sería una señal positiva sobre la marcha de la inflación que es el tema que más les preocupa a los estadounidenses.
