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Guerra

La explosión de una represa sube la tensión entre Ucrania y Rusia

En plena guerra, una importante represa, de 30 metros de altura y 3,2 kilómetros de largo, ubicada en una región ucraniana controlada por Rusia, fue destruida. Aunque esto afecta principalmente a la península de Crimea, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de haber realizado el ataque.

06 junio de 2023

A medida que la guerra en Ucrania se extiende en el tiempo, los desastres humanitarios también irán en aumento, tal como ocurrió este martes cuando una importante represa de la era soviética, en la parte controlada por Rusia en el sur de Ucrania, fue destruida.

La presa, de 30 metros de altura y 3,2 km de largo, que retiene agua equivalente al Gran Lago Salado, en el estado estadounidense de Utah, fue construida en 1956 en el río Dnipro, como parte de la central hidroeléctrica de Kakhovka. 

Tras su destrucción, Kiev y Moscú se acusaron mutuamente del hecho: el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski consideró que "la destrucción de la represa de la central solo confirma para todo el mundo que los rusos deben ser expulsados de todos los rincones de la tierra ucraniana". 

Por su parte, funcionarios rusos instalados en Kherson dijeron que Ucrania golpeó la presa varias veces, destruyendo las válvulas hidráulicas de la central hidroeléctrica.

En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, alegó que uno de los objetivos de Ucrania era privar de agua dulce a la península de Crimea, que Moscú anexó en 2014.

El embalse alimenta el canal de Crimea del Norte de la era soviética, un canal que tradicionalmente ha suministrado el 85% del agua de Crimea. La mayor parte de esa agua se utiliza para la agricultura y alrededor de una quinta parte, para agua potable y otras necesidades públicas.

El Kremlin también dijo que, con esta acción, Ucrania estaba tratando de distraer la atención del lanzamiento de una gran contraofensiva que, según Moscú, está fracasando. 

El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, expresó que sus fuerzas habían frustrado los primeros tres días de una contraofensiva ucraniana, alegando que habían matado o herido a más de 3.700 soldados ucranianos. Además, Kiev habría perdido 52 tanques y 207 vehículos blindados.

Así, mientras la guerra continúa, sus malas repercusiones a nivel mundial siguen en ascenso ya que, en plena lucha contra el cambio climático, un informe reveló que el conflicto está profundizando la crisis.

Dicho informe, que se publicará por completo esta semana, calcula que los primeros 12 meses de la guerra provocaron un aumento neto de 120 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, equivalente a la producción anual de un país como Bélgica.

Zonas afectadas

Además de afectar a la península de Crimea, es probable que, con la destrucción de la represa y el aumento de los nieles del agua, miles de personas se vean afectadas. 

En total, unas 22.000 personas, que viven en 14 asentamientos en la región de Kherson, en el sur de Ucrania, corren el riesgo de sufrir inundaciones.

Además, otro dato a tener en cuenta es que la central nuclear de Zaporizhzhia, la más grande de Europa, obtiene su agua de refrigeración de esta represa. 

Sin embargo, el diplomático argentino Rafael Grossi, jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, dijo que "la evaluación actual es que no existe un riesgo inmediato para la seguridad de la planta".

¿Crímenes de guerra?

Desde que comenzó la guerra, Rusia ha sido acusada en varias oportunidades de perpetrar crímenes de guerra. El ejemplo más claro es en lo que respecta a la supuesta deportación por la fuerza de niños ucranianos hacia Rusia, lo que ha provocado que la Corte Penal Internacional (CPI) emita una orden de arresto contra el presidente Vladimir Putin.

Respecto a la situación de la represa, los Convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos prohíben explícitamente los ataques en tiempo de guerra contra "instalaciones que contengan fuerzas peligrosas" y "si tal ataque puede causar pérdidas graves entre la población civil".

Por su parte, el estatuto de la CPI no menciona las represas, pero penaliza "lanzamiento intencional de un ataque a sabiendas de que dicho ataque causará incidentalmente muertes o lesiones a civiles o daños a bienes de carácter civil o daños generalizados, prolongados y graves al medio ambiente natural que serían claramente excesivos en relación con la ventaja militar global concreta y directa prevista".

La destrucción de la represa se produjo el mismo día en el que The Washington Post reveló que Estados Unidos se enteró de un plan ucraniano para atacar los gasoductos de gas natural Nord Stream tres meses antes de que fueran dañados. 

Varias explosiones submarinas rompieron los oleoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, que unen Rusia y Alemania a través del mar Báltico, en septiembre de 2022.

La CIA supo en junio de 2022, a través de una agencia de espionaje europea, que un equipo de seis personas de las fuerzas de operaciones especiales ucranianas tenía la intención de hacer estallar el proyecto, aunque esto no confirma que Kiev haya sido responsable del ataque. 

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