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Inteligencia Artificial, la nueva aliada de la energía nuclear

Desde hace un par de años, a medida que crece el compromiso mundial en la lucha contra el cambio climático, la energía nuclear ha obtenido una segunda oportunidad. Sin embargo, en un momento en el que el desarrollo de la Inteligencia Artificial está en pleno auge, la energía nuclear podría encontrar un nuevo aliado.

Inteligencia Artificial, la nueva aliada de la energía nuclear
Damián Cichero 27 septiembre de 2024

Durante muchos años, principalmente desde el accidente de Chernóbil, en 1986, la energía nuclear sufrío de una muy mala fama.

Tanto es así que, tras el accidente de Fukushima, en 2011, grandes potencias como Alemania comenzaron un proceso para abandonar el uso de la energía nuclear: en abril del año pasado, el país germano cerró sus últimas tres centrales nucleares.

Sin embargo, pese a esta negativa visión por parte de algunos actores, la lucha contra el cambio climático le ha dado una segunda oportunidad a la energía nuclear, fundamentalmente, porque no emite gases de efecto invernadero.

Este último motivo les permitió a países como Francia, Estados Unidos y Argentina seguir desarrollándose en la materia y, en el caso del país galo, fue esencial para hacerle frente a la crisis energética que se había generado en Europa tras el estallido de la guerra en Ucrania. 

Pero, más allá de la noble causa de la lucha contra el cambio climático, es probable que un nuevo motivo impulse aún más el uso de esta polémica energía: el desarrollo de la inteligencia artificial.

Desde la aparición de ChatGPT, la IA está en boca de todos, aunque apenas estemos en los comienzos del desarrollo de esta innovadora tecnología. 

Sin lugar a duda, la IA traerá muchos beneficios, no obstante, su desarrollo plantea un importante problema, ya que los centros de datos especializados en la materia deben consumir cantidades gigantes de energía para poder lograr importantes avances. 

Por ello, la mayoría de las empresas líderes en el sector están comenzando a apostar por la energía nuclear, ya que, de lo contrario, la contaminación de nuestro planeta podría ser mal visto por una gran parte de la sociedad. 

Manos a la obra

El último acontecimiento que confirma lo que ya es una realidad se dio esta misma semana cuando se reveló que catorce de los bancos e instituciones financieras más grandes del mundo se comprometerán a aumentar su apoyo a la energía nuclear.

Específicamente, instituciones como Bank of America, Barclays, BNP Paribas, Citi, Morgan Stanley y Goldman Sachs están de acuerdo con un objetivo establecido el año pasado en las negociaciones climáticas de la COP28 para triplicar la capacidad mundial de energía nuclear hacia 2050.

Dicha idea también es apoyada por Abu Dhabi Commercial Bank, Ares Management, Brookfield, Crédit Agricole CIB, Guggenheim Securities, Rothschild & Co., Segra Capital Management y Société Générale.

Sin embargo, hasta el momento, el gran aliado de la energía nuclear es Microsoft, empresa que recientemente anunció un acuerdo de 20 años con Constellation Energy para reiniciar un reactor nuclear de 835 megavatios en Three Mile Island, Pensilvania.

Cabe recordar que el propio Bill Gates, fundador de Microsoft, hoy en día dirige TerraPower, empresa que impulsa un gran proyecto en Kemmerer, Wyoming: una planta de energía nuclear que depende del enfriamiento de sodio en lugar del agua.

En este sentido, siguiendo los pases de su creador, Microsoft planea utilizar el reinicio de un reactor nuclear de Three Mile Island para ayudar a alimentar sus centros de datos en expansión.

Tras el anuncio, el CEO de Constellation, Joe Domínguez, calificó a la energía nuclear como la única fuente de energía disponible que no contamina y que, al mismo tiempo, es lo suficientemente confiable como para satisfacer las necesidades de las grandes tecnológicas, ya que la energía eólica y solar son excesivamente dependientes del clima para funcionar. 

Pero el anuncio de Microsoft no es el primero de su tipo: en marzo, Amazon compró un centro de datos de energía nuclear de Talen Energy y otros servicios nucleares para centros de datos que están en proceso.

De todas formas, pese a la alta expectativa, satisfacer rápidamente la creciente demanda de energía de los centros de datos de IA, ya sea con reactores nucleares nuevos o resucitados, no será sencillo.

nuclear
 

Un largo camino que recorrer

Según cálculos actuales, el uso de energía de los centros de datos de EE.UU. se triplicará entre 2023 y 2030, y requerirá alrededor de 47 gigavatios de nueva capacidad de generación.

Pero, aunque la planta de Three Mile Island podría ser parte de la solución, primero habrá que resolver algunos problemas. 

Three Mile Island se hizo conocida a nivel mundial en 1979, cuando una fusión parcial en su reactor de la Unidad 2 se convirtió en el peor incidente nuclear en la historia de Estados Unidos.

El nuevo plan de reapertura cubre el reactor de la Unidad 1, que funcionó de manera segura durante décadas antes de ser cerrado hace cinco años. En este sentido, el plan de US$ 1.600 millones reiniciaría la Unidad 1 para 2028.  

Pero, por el momento, los permisos necesarios para reiniciar el reactor aún no se han presentado y conseguirlos podría ser difícil, especialmente por el mal recuerdo que los habitantes locales tienen del incidente de 1979.

A esto se suma que reanudar el uso de equipos e infraestructura que han estado inactivos durante cinco años también tiene sus dificultades, en tanto que Three Mile Island también requerirá permisos modificados de aguas superficiales y subterráneas.

Según Stacey Hanrahan, portavoz de la Comisión de la Cuenca del Río Susquehanna, "cualquier solicitud de modificación será revisada minuciosamente, y las demandas de agua esperadas del proyecto serán evaluadas para determinar su sostenibilidad y los posibles impactos adversos para el medio ambiente y otros usuarios".

Por otro lado, en el caso del proyecto Talen, a pesar de que la planta está en funcionamiento, el centro de datos de Amazon allí enfrenta desafíos a nivel federal: dos empresas de servicios públicos reguladas que predicen que podrían aumentar los costos de transmisión, lo que elevaría los precios de las facturas de energía, algo que, sin dudas, no será muy motivador para los habitantes de la región. 

Más allá de los problemas específicos a los que se enfrentarán estas empresas, la energía nuclear implica un inconveniente geopolítico a escala global debido a que las industrias nucleares rusa y occidental siguen dependiendo la una de la otra.

Por un lado, algunas empresas occidentales están sujetas en gran medida a la construcción de nuevos reactores en el extranjero por parte de la empresa estatal rusa Rosatom para vender sus piezas.

Además, posibles esfuerzos para reducir o eliminar las dependencias de Rusia en los servicios de uranio natural, conversión y enriquecimiento probablemente aumentarán los costos. Y es justamente dicha situación lo que ha protegido a Moscú de las sanciones europeas.

Así, en un momento en el que Occidente parece decidida a seguir apoyando a Ucrania, su interés por reactivar aún más el sector nuclear la pondrá en un debate moral difícil de resolver. 

Planta nuclear
 

La apuesta por los SMR

Entre los diversos intereses que hay en la industria nuclear por parte de las grandes tecnológicas, se destacan los Small Modular Reactors o Reactores Modulares Pequeños (SMRs), lo que equivale al diseño y desarrollo de centrales nucleoeléctricas de menor tamaño y potencia eléctrica que las tradicionales.

Estos dispositivos tienen una gran proyección para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos. 

El CEO de Google y Alphabet, Sundar Pichai, ha confirmado que su empresa está desarrollando centros de datos que consumirán más de 1GW de energía. Y por ello dejó en claro que los SMRs son una posible fuente de energía, aunque no confirmó si Google planeaba usar alguno.

"Veo una cantidad de dinero que se destinará a los SMRs para la energía nuclear. Cuando miro el capital y la innovación que se dirigen a las nuevas energías, soy optimista a medio y largo plazo", agregó. 

Por su parte, el fundador de Oracle, Larry Ellison, dijo que la compañía planea construir un campus de centro de datos de 1GW respaldado por tres SMRs.

Cabe recordar que, desde 2014, Argentina está desarrollando el CAREM, el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en el país. 

El CAREM, que tiene un grado de avance del 70%, se está construyendo en Lima, provincia de Buenos Aires, desde 2014, lo que lo convirtió en el primer SMR del mundo en estar oficialmente en construcción.

Por ello, aunque actualmente su desarrollo se encuentra en duda, principalmente por algunas decisiones del gobierno nacional, es probable que el panorama mundial le dé a Argentina una nueva oportunidad para insertarse de lleno en el panorama mundial. 

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