La suba de la inflación en España batió marcas. En una primera estimación, el Índice de Precios al Consumidor en junio habría trepado al 10,2% interanual superando ampliamente el registro de 8,7% en mayo. En términos intermensuales, el incremento fue de 1,8%, el mayor desde 1986. Como viene ocurriendo en los últimos meses, los precios de la energía y de los alimentos son los rubros que más contribuyeron a la suba del índice. De todas maneras, la inflación subyacente, que excluye a los rubros más volátiles, también se aceleró al 5,5%, seis décimas por encima del registro de mayo.
Por su parte, en Alemania el dato preliminar dio cuenta de una desaceleración de la tasa de inflación que subió 7,6% en junio, tres décimas menos que en mayo y en términos intermensuales el incremento fue de sólo el 0,1%.
El viernes se publicará la estimación de inflación de la zona euro en junio y los analistas esperan una nueva suba desde el 8,1% de mayo a un nivel entre 8,3% y 8,5%. Christine Lagarde anticipó que en la próxima reunión de la entidad se subirán en 25 puntos básicos las tres tasas de interés que regula.
Los analistas consideran que la inflación estará cerca de sus picos y que tenderá a desacelerarse por la concurrencia de distintos factores como la estabilización de los precios de la energía, aunque no tanto los de los alimentos, menores restricciones en las cadenas de suministros y el enfriamiento de la demanda por la suba de la tasa de interés.
De todas maneras, como señalaron Lagarde y Jerome Powell en el simposio de Sintra, es difícil que vuelva el escenario de tasas de inflación muy bajas previo a la pandemia.
