La suba del índice de precios al consumidor en la zona euro en marzo fue de 7,4%, apenas por debajo de la estimación preliminar de 7,4%. Se trata de un nivel muy superior a la meta del 2% del Banco Central Europeo y en este contexto varios analistas sostienen, que por primera vez en mucho tiempo, la zona euro apunta a tener una inflación igual o más alta que Estados Unidos. Ese pronóstico se basa en que la inflación habría llegado a su pico en Estados Unidos mientras que en la zona euro seguiría subiendo por el impacto de los mayores precios de la energía y de los alimentos como consecuencia de la guerra en Ucrania. Además, la debilidad del euro frente al dólar registrada en los últimos tiempos hace que la zona importe inflación.
El mercado estima que en el segundo semestre, cuando finalice la compra de activos y luego de más de una década, el Banco Central Europeo subirá la tasa de interés en un cuarto de punto en tres oportunidades lo que la llevaría a un nivel de 0,25% a fin de año cuando en Estados Unidos se ubicaría entre 2,50% y 2,75%. Ese diferencial de tasas seguiría fortaleciendo al dólar frente al euro.
El desafío de las autoridades europeas es tener que enfrentar simultáneamente una mayor inflación y al mismo tiempo consolidar la recuperación de la actividad económica que obliga a retirar muy lentamente los estímulos monetarios. El FMI proyecta que el PIB de la zona euro crecerá un magro 2,8% este año.
