Mañana, al término de una reunión que concentra la atención de los mercados, el Banco Central Europeo anunciaría cambios importantes en la estrategia monetaria que siguió durante los últimos años como consecuencia de la aceleración de la tasa de inflación que llegó al 8,1% en mayo según datos preliminares. Europa, por la cercanía geográfica y la estructura de sus importaciones se vio particularmente afectada por la suba de precios que originó la invasión de Rusia a Ucrania.
El BCE pondría fin este mes a la compra de activos y dejaría abierta la puerta para empezar a subir la tasa de interés en su reunión de julio luego de ocho años en los que estuvo en terreno negativo. Los analistas coinciden en que la inflación comenzará a desacelerarse en los próximos meses pero no llegará a la meta de 2% hasta 2024. El punto de disenso entre los integrantes del directorio del BCE en el que conviven halcones y palomas es si la suba de la tasa debe ser de un cuarto o medio punto.
Christine Lagarde dará su habitual conferencia de prensa y también se presentarán las nuevas proyecciones económicas del BCE que son las que sustentan sus decisiones de política monetaria.
Nuevos datos
El PIB de la zona euro creció 0,6% en el primer trimestre del año con relación al cuarto de 2021 superando la estimación preliminar de 0,3%. España creció por encima del promedio mientras que Alemania, Francia e Italia lo hicieron por debajo. Con relación al mismo período del año anterior, la suba fue de 5,4% según Eurostat, la agencia de estadística de la Unión Europea. Según el Banco Mundial, el PIB de la zona euro crecerá 2,5% este año.
También se informó que la tasa de desempleo en la zona euro en abril se ubicó, al igual que en marzo en 6,8%´mientras que en abril de 2021 había sido de 8,2%. La tasa de desocupación sigue siendo mayor entre las mujeres y los jóvenes.
