La economía de Estados Unidos creció 3,2% en el tercer trimestre del año según informó ayer el Departamento de Comercio. La primera estimación había sido de 2,9% y la mayoría de los analistas habían anticipado que en esta revisión el porcentaje sería mayor. El buen desempeño de la economía se explica, en gran medida, por el empuje del consumo que creció 2,8% y representa el 70% del producto. Un mercado de trabajo sólido con la tasa de desempleo en baja y una mejora de los ingresos motivaron un comportamiento positivo parte de los consumidores. Y todo indica que continuará durante los próximos meses. Ayer también se conoció el índice de confianza de los consumidores que registró un gran avance al pasar de 100,8 en octubre a 107,1 en noviembre. Además, los consumidores no sólo muestran ahora una visión más positiva con la situación actual sino que también mejoraron mucho las expectativas.
Por otra parte, fue muy importante en el tercer trimestre el incremento de las ganancias de las empresas que subieron 3,5% con relación al segundo y 5,2% contra igual periodo del año anterior y ahora representan el 9,1% del PIB.
Estos datos son compatibles con la creencia generalizada de que la Reserva Federal subirá la tasa de interés en diciembre por primera vez en el año. De las minutas de la última reunión, surge que está todo dado para subir las tasas y sólo el deterioro de algunos indicadores económicos podía alterar esa decisión pero el dato revisado del PIB muestra la consolidación de la recuperación. Y otro tanto cabe esperar, según la mayoría de los analistas, de los datos de mercado laboral que se conocerán el viernes. Ayer, uno de los gobernadores de la Fed, Jerome Powell, sostuvo que desde la última reunión del 1 y 2 de diciembre se había fortalecido la posición para una suba de tasas. También ayer se conoció que el valor de las propiedades tuvo una nueva suba por lo cual todos los datos apuntan en la misma dirección.
El marco político
En esta etapa, todo lo que ocurre en Estados Unidos se analiza en el marco de una transición política sin precedentes. Los positivos datos económicos, hacen todavía más difícil de entender el resultado de las elecciones presidenciales. Al momento de votar el país atravesaba su mejor momento en términos de actividad y empleo de los últimos años y sin embargo ganó el candidato opositor. Excepcionalmente hay elecciones cuyo resultado no se explica íntegramente por cuestiones económicas y la última fue uno de esos casos.
Por otra parte, para Donald Trump es una buena noticia recibir el gobierno en un momento en el cual la economía se está acelerando. Los pronósticos de la OCDE son ahora más optimistas que hace unos meses sobre el crecimiento de Estados Unidos pero en ese caso también influye la percepción de que las políticas de Trump ?rebaja de impuestos y más inversión en infraestructura? impulsarán el nivel de actividad.
