La relación entre los miembros del Mercosur no está en su mejor momento. Brasil y Uruguay están convencidos de que el bloque regional debe ser modernizado, pero esa no es la agenda de Argentina.
La novedad de los últimos tiempos es que Brasil y Uruguay, con presidentes de centroderecha, han aunado criterios y elevado el volumen de su malestar con el Mercosur actual, que Luis Lacalle Pou apodó “lastre”.
En algún momento, luego de que Argentina hiciera su propia propuesta para modificar el Arancel Externo Común (AEC), menos agresiva que la de Brasil y Uruguay, se creyó que la cooperación sería posible. Sin embargo, una nueva suspensión de la cumbre de cancilleres demostró que las cosas están más complicadas de lo que se pensaba.
Este mes finaliza la presidencia pro tempore de la Argentina en el Mercosur y su lugar será ocupado por Brasil. Por ello, antes de julio, deberá realizarse una ceremonia de traspaso.
En ese mar de fondo regional, el presidente Jair Bolsonaro volvió a criticar a Alberto Fernández y a respaldar al mandatario uruguayo Luis Lacalle Pou.
El polémico Bolsonaro lamentó que Argentina "esté en una situación bastante complicada", lo cual es consecuencia de que "la población decidió votar por quienes hundieron al país en un hueco". Además, criticó algunas de las últimas medidas del kirchnerismo, como la suspensión de las exportaciones de carne.
Respecto a su par uruguayo, Bolsonaro dijo que es un ejemplo “positivo” de líder y destacó que “está haciendo un buen trabajo”.
Además del actual conflicto en el Mercosur, otra de las grandes preocupaciones de Bolsonaro es la actual polarización en la región. Este año se llevaron a cabo elecciones presidenciales en Ecuador, donde ganó el banquero Guillermo Lasso y en Perú, donde ganó el socialista Pedro Castillo.
Los triunfos de Fernández en Argentina, el MAS en Bolivia y Castillo en Perú representaron un avance de la izquierda y una advertencia para Bolsonaro, quien declaró que “perdimos Perú”.
En esa línea, sus elogios a Lacalle Pou también buscan consolidar más que nunca una alianza de derecha de cara a los comicios que se desarrollarán en Brasil en 2022. Allí, el actual mandatario deberá enfrentarse al expresidente Lula da Silva.
Según una encuesta del Instituto Paraná Pesquisas, la diferencia entre ambos es estrecha: Bolsonaro tiene el 34,3% de las intenciones de voto mientras que el líder del PT llega al 32,5%.
