A pocos meses de las elecciones presidenciales, el conflicto en la Franja de Gaza comienza a ser un dolor de cabeza para el presidente Joe Biden.
Y esto quedó más que claro este martes, cuando el líder demócrata dijo que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, podría estar retrasando el fin de la guerra en Gaza por razones políticas.
Desde el 7 de octubre, Israel inició una contraofensiva en Gaza para destruir al grupo terrorista Hamás, que atacó su territorio y mató a más de 1.200 personas.
Sin embargo, la cifra de muertos en Gaza ya ha superado los 35.000 y muchos creen que, con su ataque, Netanyahu busca evitar enfrentarse a otras cuestiones.
Por ejemplo, el Primer Ministro tiene una imagen muy negativa y, cuando finalice el conflicto, será desplazado del poder. A esto se suma que, una vez fuera, deberá enfrentarse a la justicia para rendir cuentas por supuestos actos de corrupción.
Frente a este panorama, cuando se le preguntó si pensaba que Netanyahu estaba prolongando la guerra por sus propias razones políticas, Biden dijo: "Hay muchas razones para que la gente saque esa conclusión".
Biden, quien ha estado presionando para que se ponga fin a esta guerra de casi ocho meses, también consideró que era "incierto" si las fuerzas israelíes habían cometido crímenes de guerra en Gaza.
Sin embargo, rechazó las acusaciones de que Israel está utilizando la hambruna de civiles como método de guerra, aunque dijo que cree "que se han involucrado en actividades que son inapropiadas".
Además, reveló que advirtió a Israel de que no cometiera el mismo error que Estados Unidos después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 que llevaron a "guerras interminables", pero "están cometiendo ese error".
Las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los israelíes apoyan la guerra, pero culpan a Netanyahu por las fallas de seguridad.
