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Los dólares siguen en baja y la “pax cambiaria” podría continuar

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11 diciembre de 2020

Los dólares alternativos siguen en baja y se alejan de los valores de finales de octubre, cuando el dólar “blue” alcanzó los $195, mientras que el “contado con liqui” (CCL) y el dólar Bolsa (MEP) estaban no muy lejos de esos valores. Ayer, incluso, el CCL y el MEP quedaron por debajo del “solidario” ($144,87 promedio), que descendieron a $142 y $139, respectivamente. En tanto, el “blue” quedó bastante cerca al bajar a $146.

De esta manera, con las últimas bajas de los dólares alternativos y la suba constante de la cotización oficial, la brecha cambiaria se sigue achicando, aunque continúa en proporciones muy elevadas. La brecha de ayer entre el dólar mayorista y el CCL bajó al 73%, mientras que la distancia con el dólar “blue” descendió al 78%.

Al respecto, Federico Furiase, director del Estudio EcoGo, destaca el escenario actual de hiperliquidez global, el cual es favorable para la baja de la brecha cambiaria. También, las señales económicas que en las últimas señales tuvieron “cierto giro ortodoxo” en términos de algo de ajuste fiscal y monetario. A la vez, están los Agentes de Liquidación y Compensación (ALyC) que no están realizando grandes operaciones en el MEP y en el CCL.

“En ese escenario con muy poco volumen, la venta de bonos en dólares contra pesos que ha venido haciendo el BCRA y, a la vez, recomprando bonos en dólares, ha ayudado a bajar la brecha del dólar MEP y CCL desde la zona de $180 y $190, respectivamente, a los niveles actuales de $139 y $142, en el marco de cierta expectativa de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, indicó Furiase ante El Economista.

Nery Persichini, Jefe de Estrategia de GMA Capital, señala también el control actual sobre la plaza financiera local en el corto plazo como una de las causas de estas caídas en las cotizaciones. “Hay un gran vendedor de bonos y pocos compradores en el mercado. Por algo el riesgo país no puede bajar de los 1.400 puntos, a pesar de la calma cambiaria”, afirmó.

“La estacionalidad de la demanda de pesos (aguinaldo, fiestas y vacaciones) es clave. En diciembre, la demanda de circulante suele subir 5% en términos reales. Considerando la inflación, este año el avance de diciembre respecto al mes anterior podría ser 9% nominal. Esto equivale a una suba mensual de $ 210.000 millones de base monetaria, pero es menos que lo que el BCRA giraría de asistencia (remanente de $ 255.000 millones). Habrá que ver cómo juega la esterilización y la compra/venta de dólares para explicar el número final”, agregó Persichini.

Siguiendo su análisis, de no haber sobresaltos, el “veranito” cambiario podría extenderse durante diciembre y enero. “Si en el medio hay noticias favorables en torno al acuerdo con el FMI, la pax cambiaria de los dólares financieros podría continuar. Mientras tanto, la brecha se va reduciendo 'desde abajo' con un crawling peg que marcha a un ritmo anualizado de 44%. Más allá del corto plazo, no deja de ser un equilibrio muy delicado, dado los desequilibrios fiscales y monetarios y el nivel crítico de reservas netas”, sostuvo Persichini en diálogo con El Economista.

Furiase considera que hacia adelante, si esta calma cambiaria se mantiene o no, va a depender de decisiones políticas: si terminan cerrando un acuerdo con el FMI, en el marco de señales fiscales y monetarias consistentes durante el primer trimestre de 2021, y una decisión política que acompañe ese ajuste, es posible que esta “pax cambiaria” actual de los dólares financieros se sostenga en el tiempo.

“En ese escenario, con precios de los bonos dólares que arrancan en 35, hay mucho margen para que los precios de estos bonos mejoren, hacia la zona de 50, en un contexto de hiperliquidez global, y que esto ayude a bajar la brecha cambiaria y a moderar el ajuste cambiario que tendría que hacer el Gobierno para bajar la brecha entrando a la cosecha gruesa de 2021”, comentó Furiase.

En cambio, si el Gobierno no termina logrando un acuerdo con el organismo multilateral de crédito y no da señales al mercado en términos de ajuste fiscal y monetario para los primeros meses de 2021, “y vuelve el zig-zag y sigue de largo la inconsistencia fiscal y monetaria, ahí claramente vamos a tener de vuelta, más temprano que tarde, presión en la brecha cambiaria”.

“En ese escenario, probablemente el Gobierno siga aguantando la devaluación del dólar oficial, pero acosta de apretar más las importaciones y de mayor tasa de interés, lo que reforzaría la presión ascendente sobre la brecha cambiaria y la economía llegaría a las elecciones con más recesión, inflación acelerándose y con mucha nominalidad reprimida, por lo que el shock nominal probablemente se daría en algún momento después de las elecciones”, estimó Furiase.

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