Tendencias

Granos hundidos: Argentina no aprovechó y Paraguay supo hacerlo

Mientras el Gobierno sigue gastando reservas para aplacar el valor de los dólares y retomar el camino alcista de acciones y bonos, las materias primas presentan otro desafío. Volvió a caer el petróleo y los granos se hunden al menor valor en casi cuatro años.
La soja llegó a cotizar a mediados de 2022 en la zona de los US$ 650 y este viernes se hundió hasta US$ 393 por tonelada.
Luis Varela 26-07-2024
Compartir

Con la población de Venezuela en el fondo de un abismo, decidiendo su destino este domingo, con un dictador como Nicolás Maduro advirtiendo que "correrá un baño de sangre y habrá guerra civil si los nazis ganan", y con Argentina chapoteando en el barro, atravesando una administración que está saliendo trabajosamente del pozo en la que la dejó la administración de los Fernández y Massa, la calificadora de riesgo Moody's le otorgó a Paraguay el investment grade, destacándolo como país con acceso al crédito internacional con mejores condiciones de tasas de interés y una mayor amplitud en los plazos.

Este gran logro paraguayo, convirtiendo al país hermano en el segundo de la región, detrás de Chile en lograr semejante nota crediticia, fue conseguido después de las cuatro temporadas marcadas con la pandemia en las que los productos de exportación (las materias primas que le vendemos al mundo) tuvieran los precios en máximos históricos muy pocas veces logrados. 

La soja, por ejemplo, llegó a cotizar a mediados de 2022 en la zona de los US$ 650 (este viernes se hundió hasta US$ 393 por tonelada, el menor precio en casi cuatro años), y eso le permitió a Paraguay acumular reservas, estabilizar sus cuentas y consolidar su economía. 

Mientras que Argentina, en el mismo período, con ventas de granos gigantescas, entró en default de la deuda, quemó todas las exportaciones, ahuyentó a los capitales, y no solo no logró la nota de investment grade, sino que nos sacaron de todas las escalas, al nombrarnos "stand alone" (solos como locos malos). 

Argentina está buscando en este mandato salir de esa posición y volver al mundo, al tiempo que Venezuela decide el domingo si persiste en un panorama sombrío o comienza un trabajoso camino de ascensión.

Así, mientras incluso Lula dijo sentir temor cuando escuchó que Maduro advertía que iba a correr un río de sangre si pierde el domingo, con el dictador venezolano recomendándole al presidente brasileño "que se tome una manzanilla si está nervioso", Argentina siguió realizando el esfuerzo por estabilizar el desastre heredado, buscando frenar el ascenso de los dólares libres, con compra de dólares a valor oficial y venta de reservas a valor de contado con liquidación, con una situación en la que los bonos titubean, el riesgo país va y viene, pero la evolución de los papeles privados locales siguen barranca abajo con una situación recesiva que no da respiro.

Con un criterio completamente distinto al que siguió Macri en 2015-2019 (encarando primero el tema inflacionario, pero luego dedicándose a reactivar la economía, para terminar sin lograr ni una cosa ni la otra), la administración Milei está decidida a aniquilar la inflación, amortiguar todas las subas de los precios, y recién dedicarse a impulsar el crecimiento económico cuando los signos de inflación hayan desaparecido. 

El camino, por supuesto, tiene desafíos y sufrimientos importantes en el medio, ya que se acaba de definir por decreto que el salario mínimo aumentará en cuatro cuotas, alcanzando los $271.571 en octubre, con una canasta básica calculada en $851.250 a mayo.

Pero mientras los privilegios de la política continúan, con jubilaciones millonarias incalculables para políticos, jueces y diplomáticos, la estrategia del gobierno es estrangular de pesos a la circulación monetaria, por lo que en la última semana de julio la variación semanal de alimentos volvió a marcar un aumento mínimo del 0,2%, luego de mucha inquietud en las semanas anteriores porque la suba del dólar y la ola de frío había llevado los alimentos a aumento nuevamente preocupantes. 

En el cierre de esta semana, con Javier Milei en los Juegos Olímpicos en Francia, reunido con Emmanuel Macron y con empresarios franceses, y con Luis Caputo en Brasil reuniéndose con la secretaria del Tesoro de EE.UU. Janet Yellen y otros jerarcas bancarios internacionales, el esquema desarrollado por el Gobierno fue el mismo: quemar todas las naves para anclar el valor de los dólares, con el objetivo de que la inflación desaparezca.

Javier Milei con Emmanuel Macron en el Palacio del Eliseo en París

Así, mientras en este momento se está dando una profunda caída en el precio de los granos, con el dólar exportador a $1.039,43 pesos, el BCRA se vio obligado a vender US$ 92 millones en el mercado, por lo que al final de día el BCRA perdió US$ 23 millones en las reservas. 

Eso tranquilizó a todos los dólares libres (blue, MEP y CCL), permitió un mínimo repunte para los bonos, con baja del riesgo país, y la cotización de los papeles privados argentinos pudo recuperar algo, tanto en Buenos Aires como en Nueva York, aunque cierra una semana con clara tendencia negativa.

Esta situación argentina se encontró con una nueva baja en las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,8% anual a 1 año de plazo, 4% anual a 5 años, 4,2% anual a 10 años y 4,4% anual a 30 años. Y con el índice de gastos del consumidor (PCE) de EE.UU. subió a 0,2% en junio, 2,6% anual (un dato que mira mucho la Fed para definir su tasa base), se encontró con que la confianza del consumidor estadounidense se debilitó a su nivel más bajo en ocho meses. Así y todo, en el exterior el dólar subió 0,3% en China, 0,2% en Chile y 0,1% en Brasil, pero bajó 0,1% contra el euro, el yen y el mexicano y 0,2% contra la libra.

En el mercado cambiario local, con el BCRA quemando reservas para anclar el dólar y con eso frenar la inflación, el dólar blue bajó $10 hasta $1.435, el Senebi bajó $13,26 hasta $1.367,35, el MEP bajó $7,93 hasta $1.323,15 y el contado con liquidación bajó $12,05  hasta $1.320,96. 

Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 48% y la del CCL con el  mayorista fue del 42%, ambas en niveles todavía muy elevados y poco tranquilizadores.

Sin embargo, como hay crecientes rumores de que Caputo lograría un crédito para darle más espaldas a las reservas del BCRA, sacarlas de su actual nivel negativo, la marcha de los títulos públicos cambió de dirección. 

El ministro de Economía trabaja en varios frentes para que eso sea posible: acaba de enviar las reservas de oro del BCRA a Basilea para que sean usadas de garantía a cambio de un crédito (repo) integrado por varios bancos. Y al mismo tiempo trabaja para hacer un depósito en una cuenta en Nueva York para que esté garantizado el pago de vencimiento con los bonistas el 9 de enero próximo. 

Con todo eso en el camino, con pocos negocios, los bonos argentinos tuvieron en el cierre de la semana un repunte del 1%, por lo que el riesgo país bajó 27 unidades hasta 1.562 puntos básicos.

En papeles privados, luego del susto que tuvo Wall Street durante martes miércoles, la bolsa de Nueva York volvió a subir, amparada en la baja de tasas y en la aparición de Kamala Harris para enfrentar a Donald Trump en la presidencial de noviembre. Así, el Dow mejoró 1,6%, el S&P subió 1,1% y el Nasdaq aumentó 1%. En tanto que la Bolsa de San Pablo mejoró 1,2% y la de México retrocedió 0,2%.

A nivel bursátil local, luego de una semana dura, el viernes fue mejor para los papeles privados. Con $13.904 millones operados en acciones y $26.947 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 0,2%. Al tiempo que los ADR argentinos en Nueva York anotaron suba en bloque del 1% al 2% para Galicia, Macro, Supervielle, Francés, Mercado Libre, IRSA e YPF, sin bajas para destacar.

Y debe decirse que esta situación se dio con un día muy poco favorable para Argentina en cuento al valor de nuestras principales materias primas de exportación. El petróleo cayó 2,2%. Los metales, tanto preciosos como básicos, estuvieron mixtos. Se vio un vigoroso repunte en el mundo cripto, con suba del 4,8% para el Bitcoin y alzas similares para el resto de ese panel. 

 

Pero la peor noticia tuvo que ver con los granos: la soja, el trigo y el maíz perdieron 3,4% promedio en Chicago, hasta su peor valor en casi cuatro años. En tanto que en Rosario el trigo se salvó, pero las bajas en maíz y soja, que son lo que más se vende ahora y pueden mejorar algo las reservas, anotaron también duros descensos.