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Primer día del nuevo cepo al dólar

Cuarentena cambiaria para aguantar hasta las elecciones

El cepo del cepo del cepo logró aplastar al mercado cambiario.

Argentina se sumergió ayer en la cuarentena cambiaria.
Argentina se sumergió ayer en la cuarentena cambiaria. Archivo.
Luis Varela 07 octubre de 2021

En una rueda de miércoles que empezó en los mercados asiáticos con un verdadero temblor, por un nuevo default en otra mega inmobiliaria china (llamada Fantasía, casi tan voluminosa como Evergrande), que terminó provocando derrumbes intradiarios del 5% en las Bolsas de Tokio y Seúl, el dominó bursátil mundial siguió atravesando los husos horarios con resultados en rojo en Europa, aunque con cierre no tan graves en las plazas del continente americano. 

La situación, con todo, es muy inestable, con los bancos centrales aún insuflando estímulos, a pesar de que el Fondo Monetario Internacional lanzó un informe alertando que ya hay "una inflación global que asusta". Y en medio de esa ola de presiones Rusia decidió ceder en parte a las presiones europeas por el precio del gas, por lo que el petróleo pudo ceder algo, tras seis ruedas con un alza alarmante. Pero la inquietud continúa, hay huida de todo lo que signifique riesgo y el gran ganador de turno no fueron ni el oro, ni la plata, sino el Bitcoin, que saltó 6% ayer, superó los US$ 55.000 y ya acumula una atragantante recuperación del 90% a lo largo de las últimas diez semanas. 

El mercado local 

Muy lejos de todo es vértigo internacional, Argentina se sumergió ayer en la cuarentena cambiaria, que hizo caer a un cuarto el volumen operado con dólares, con gran freno a las importaciones y casi sin negocios con los dólares bursátiles, MEP y contado con liquidación, ya que los montos permitidos son mínimos y mensuales, y ni siquiera los expertos sabían decirle a los grandes inversores cuál era la movida más conveniente, para no quedar luego impedidos por la Comisión Nacional de Valores, por lo que el comercio se sigue achicando y tenemos una verdadera pax casi de cementerio. 

Con ese marco, aparecieron ayer un duro informe del Banco Mundial y otro comentario de la agencia Moody's. El BM advirtió que debido a las medidas económicas que viene tomando el actual Gobierno argentino, en 2022 no habrá un crecimiento del 4% tal como vino estimando el ministro Martín Guzmán en sus últimos comentaros, sino que el crecimiento estadístico será de apenas 2,6%, por lo que según interpretaron ayer analistas locales tendremos un mínimo repunte, y será un rebote de un gato bien muerto. Y Moody's, sin ambigüedades, sentenció que las empresas argentina seguirán bajo stress. 

Anticipándose a las explicaciones oficiales, que culpan de todo a la pandemia, el Banco Mundial fue más allá: dijo que mientras Argentina repuntará tan poco, y que llegará al final del gobierno de Alberto Fernández en el mismo lugar en el que recibió las cosas del expresidente Mauricio Macri, en 2022 países como Paraguay y Uruguay lograrán avances del 4% y 3,1%, por lo que la región seguirá avanzando, mientras que Argentina seguirá sumergida dentro de una verdadera década perdida. 

Este escaso movimiento que se está viendo en Argentina obedece claramente a un sector privado maniatado por los impedimentos que hace el Gobierno para seguir aplicado políticas que ahuyentan la inversión y la posible creación de empleo en blanco. 

En ese sentido debe recordarse que exactamente ayer comenzó a regir el cepo recargado del BCRA y de la Comisión Nacional de Valores. La autoridad monetaria acotó las operaciones de los importadores, por lo que en los próximos meses tendremos más escasez de productos que vienen del exterior. Y la CNV restringió el uso del MEP y el CCL, tanto que de un volumen de unos US$ 100 millones negociados durante lunes y martes, desde Portfolio Personal calcularon que las operaciones se achicaron a menos de US$ 40 millones. 

Por supuesto, en esta pax de cementerio, con cuarentena cambiaria, los dólares casi no se movieron y el BCRA logró su cometido: dejó de perder reservas, ya que de otra manera no llegaba a la elección del 14 de noviembre con fondos líquidos. Pero el resultado fue una gran volatilidad con los dólares libres y un pequeño aumento del dólar blue, que estuvo más alto a media rueda ($187), pero que terminó igual para arriba, pero con un valor más tranquilo, de $185,50. 

En el mundo, mientras tanto, con Europa muy complicada por cuestiones energéticas, y con algunos países de la zona oriental registrando aún muchos contagios y muertes por covid-19, los inversores globales siguen abandonando el riesgo, y los que no se le animan a las criptomonedas siguen comprando dólares, con bonos del Tesoro de EE.UU. que estuvieron mixtos, pagando 0,99% anual a 5 años, 1,53% a 10 años y 2,1% a 30 años. Y con un dólar global muy firme, ya que ayer el billete verde subió 0,4% contra la libra, 0,3% contra el euro, el real y el chileno y no cambió contra el yen y el mexicano. Y, debe advertirse, el euro está en su posición más débil contra el dólar de los últimos 11 meses, de llevar una ventaja del 16% ahora está apenas 9% arriba. 

A nivel local, el dólar fue aplastado con un mazo. El dólar turista no cambió y cerró a $172,47. El dólar oficial no cambió: cerró a $104,53. El dólar blue subió 50 centavos hasta $185,50. El dólar mayorista subió 3 centavos hasta $98,92, con el Banco Central logrando sumar US$ 71 millones a las reservas hasta US$ 42.789 millones brutos. Mientras que el dólar Senebi bajó 37 centavos hasta $189,63. El dólar MEP bajó un centavo hasta $176,33. El contado con liquidación bajó un centavo hasta $176,43. Y la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 77,5% y la del CCL con el mayorista fue del 78,3%. Mientras que medidos en pesos, el real bajó 3 centavos hasta $18,01, la libra bajó 37 centavos hasta $134,39 y el euro bajó 37 centavos hasta $114,33. 

Esto de ayer fue considerado por los operadores como un primer round, ya que en bloque piensan que la brecha cambiaria se ampliará. El bloqueo a las importaciones hace que muchos comerciantes que venden productos que llegan desde el exterior ya no tienen garantizada una reposición, por lo que ya ayer empezaron a vender productos con un dólar equivalente a los $210, lo cual para octubre o noviembre terminarán provocando una inflación más elevada, mientras el BCRA usa al dólar como ancla, con el mayorista subiendo 20 puntos anuales por debajo de la inflación que marca el Indec. 

En cuanto a los negocios con títulos, en bonos la Argentina casi no operó, por lo que el principal vendedor (que es el Estado) no tuvo que intervenir tanto, y así el riesgo país cedió 18 unidades, hasta 1.591 puntos básicos. Ayer, en una segunda vuelta de la licitación de deuda del martes, Guzmán hizo otro llamado, recibió 26 ofertas, y consiguió otros $10.962 millones más. El 47% de lo captado fue en una Letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 29 de julio de 2022 (x29l2 - reapertura), el 45% en una Letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de diciembre de 2021 (s31d1 - reapertura) y el 8% restante en una Letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de enero de 2022 (s31e2 - reapertura). 

Y las operaciones con acciones estuvieron débiles, tanto a nivel local, como a nivel internacional, ya que las tensiones chinas y la cercanía del tapering de la Fed está empezando a generar una huida de posiciones riesgosas de cada vez más inversores. Tras las fuertes bajas asiáticas, las Bolsas europeas achicaron entre 1 y 2%. En base al estímulo que aún recibe de la Fed, la Bolsa de Nueva York pudo terminar mixta, con suba del 0,4% para el S&P, alza del 0,3% para el Dow y baja del 0,4% para el Nasdaq. Pero se sigue notando una gran debilidad en las bolsas latinoamericanas: ayer México cedió apenas 0,2%, pero San Pablo cayó otro 2,1% por lo que las bolsas brasileñas y  chilenas ya están debajo del agua, con diferencias negativas en lo que va de 2021. 

A nivel local, con $665 millones operados en acciones y $3.363 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires perdió casi 1%. Y la baja porteña fue considerada barata, ya que los ADR argentinos que operan en Nueva York tuvieron alguna suba en Edenor y Central Puerto, pero se anotaron caídas de hasta el 5%, con IRSA I, Cresud, Pampa E, Mercado Libre y Telecom entre los papeles más afectados. 

Con todos esos movimientos, las commodities siguen sumergidos en una volatilidad extrema, demostrando que el viento de cola mundial se está empezando a transformar en tormenta de frente. El petróleo pudo bajar 2,7% gracias a la flexibilidad de Rusia en gas con Europa. Hubo un mínimo repunte para los metales preciosos, los metales básicos actuaron débiles. Los granos mostraron un cuadro entre mixto y débil tanto en Chicago como en Rosario. Y el foco fue el bitcoin, que pegó semejante salto, aunque el resto de las criptomonedas no acompañaron. 

¿Podrá esta mordaza mantener la calma cambiaria hasta el 14 de noviembre? Faltan 24 ruedas para la elección. Seguramente se operará poco con MEP y con CCL, y se mantendrá al blue aplastado. Pero el mercado siempre encuentra fisuras, y no será de extrañar que empiece a haber una fuga o transformación de dólares a través de ADR, Cedears o criptomonedas. Veremos qué impacto tiene eso. El cepo jamás puede bloquear todo, y esta vez tampoco podrá hacerlo. 
 

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