Pablo Quirno ya es una figura clave del Gobierno de Javier Milei. Era clave en el equipo de Luis Caputo, aunque no siempre los reflectores se posaban sobre él. Pero ahora, como canciller, las luces lo apuntan.
Nota al pie: Santiago Caputo no ganó poder tras las elecciones, tal como se esperaba. Más bien lo contrario. Pero Luis, el otro Caputo, ganó y pisa cada vez más firme en el Gobierno. Quirno en Cancillería es solo un ejemplo. Nota al pie 2: si Caputo se fuera del Gobierno, y se llevará a sus hombres, el tamaño del agujero sería comparable con el déficit fiscal que dejaron los Fernández allá por 2023. ¿Será por eso que Milei lo llena de elogios?
Volviendo a Quirno. Se espera una gestión más activa que la de Gerardo Werthein, que nunca despegó. Quirno viene del palo de los mercados, como Caputo, pero su cosmovisión excede las TIR y las duration. Además, tiene una gran capacidad de trabajo. ¿Habrá algo de sed de revancha en él, así como en Caputo, ya que ambos pasaron por la fallida experiencia de Cambiemos? Sea como fuera, va pocos días en el cargo y logró más cosas que Werthein en largos meses. Y encima será la máxima autoridad de Argentina en la cumbre del G20 en Sudáfrica porque Milei, copiando a Trump, se bajó. Una oportunidad única para codearse con los dirigentes más poderosos del planeta.
En definitiva, es un "asset" y le da volumen al Gobierno de Milei.

Carlos Pagni asemeja estos momentos con los de abril de 1991. En el mundo de los financistas y los economistas sensibles a los movimientos de las finanzas, escribe Pagni, circula la idea de que la economía argentina está ingresando en un nuevo régimen virtuoso. "Lo comparan con abril de 1991, cuando se inauguró la convertibilidad, que rigió en la Argentina durante una década de estabilidad, con reformas y una modernización de la economía", redactó en La Nación.
Si bien Pagni también pone como espejo el primer trimestre de 2018, cuando Mauricio Macri venía de pintar el país de amarillo, había gente publicando necrológicas del peronismo y se creía que había gato para rato, es una mención al pasar y queda claro que el paralelismo central es con el '91. El acercamiento con EEUU -se apodaban "relaciones carnales" allá en el tiempo-; la capacidad para estabilizar la nominalidad luego de momentos de alta inflación y la reforma del Estado son otros elementos comunes con aquellos años. No es casualidad que, en plena campaña, el propio Milei haya hablado de "revolución productiva" ("salariazo" no fue invitado al discurso, quizás por ser demasiado populista).
¿Cuál es la diferencia central de Milei con Macri? Probablemente, sea la manera de ejercer el poder, más centralizada y firme ahora y la menor cantidad de ataduras -autoimpuestas- para desplegar su plan.
Pero lo que es euforia de un lado, es algo distinto en el otro. Algo de eso destiló Pablo Gerchunoff en X. Dijo que Milei está "tomando envión" y que está haciendo -o podría llegar a hacer- "cambios irreversibles". Es probable que aluda al acuerdo con Estados Unidos, las reformas estructurales en ciernes o a cambios culturales más profundos. Habrá que ver si todo esto genera alguna reacción distinta en una oposición que cada día luce más perdida y débil.

Por el lado de los dólares, hay oferta privada. Hay muchas empresas saliendo con ON y se espera una fina triguera antológica. Además, el famoso "market access" está más cerca, con el riesgo país en la zona de los 600 actualmente.
Por el lado de la demanda de dólares, en cambio, todo indica que seguirá firme. Punta del Este ya saliva y se prepara para una temporada desbordante de argentinos. En Brasil, con un tipo de cambio menos favorable que en 2024-2025, también se espera una afluencia destacada. El tema del dólar seguirá siendo un tema. Ya no es tan apremiante como antes, es cierto, pero no está todo resuelto. El mercado quiere ver un Gobierno pragmático en lo cambiario, y no dogmático.
La agenda del "Colo"
El diálogo que lidera Diego Santilli es muy peculiar. Si arrancas una nueva etapa de diálogo y apertura, pero excluís al gobernador de la principal provincia del país...tan interesado en el intercambio no estás. Los libertarios más termos celebran que no se dialogue con los "comunistas", pero el Gobierno desnuda que su intención real no es un diálogo político genuino sino el armado de una alianza legislativa ad hoc para ir pasando leyes.
Como me dijo un experimentado analista, "¿cuál es el mérito de que Santilli hable con Rogelio Frigerio?". Si realmente quieren mostrar diálogo y apertura, agregó, "convocar a Kicillof hubiera sido una señal de madurez".
Sin embargo, Santilli debió apelar a grandes contorsiones argumentales para explicar porque no citó a Kicillof a Balcarce 50. Incluso fue un poco vulgar cuando ridiculizó al jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, "Carli" Bianco, cuando le reclamó una reunión. "Dale Carli, gracias! Tomo nota", puso Santilli, con el emoji del pulgar hacia arriba. "Lo descansó mal", dijo un libertario.
Si se suman los otros 3 excluídos (Gildo Insfrán, Gustavo Melella y Ricardo Quintela), Santilli está excluyendo a provincias que reúnen a más de 40% de la población.
¿Milei quiere subir a Kicillof al ring para enfrentarlo en 2027 o busca exponerlo a la "maldición de Larreta"?
No hay dudas de que Milei quiere a Axel Kicillof arriba del ring electoral.
La biblioteca está dividida sobre los motivos.
Una parte considera que "Axel", como le dicen algunos -incluso opositores- para infantilizarlo, es un mal candidato y que Milei le ganaría fácilmente. Por eso lo quiere.
Otra parte considera, en cambio, que es un buen candidato -honesto, trabajador e inmune a las balas de la gestión diaria del sillón eléctrico de Dardo Rocha- y que subirlo al ring, por ende, lo acerca a la "maldición de Larreta", es decir, estar arriba del ring desde muy temprano como uno de los favoritos. Si Kicillof es nombrado constantemente como el candidato del peronismo, llegará quemado hasta 2027. Exponerlo en el ring es una forma, cree esa parte de la biblioteca, de incinerarlo políticamente.