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¿Puede Najnudel ayudarnos a tener una moneda?

Argentina es un país sin moneda. Prácticamente todas las reglas monetarias conocidas han fracasado. ¿Puede un enfoque alternativo ayudar a replantear soluciones ante este problema?

18 diciembre de 2019

Por Víctor Peirone Economista

Argentina es un país sin moneda. Prácticamente todas las reglas monetarias conocidas han fracasado. Tipos de cambio fijo, flotante, libre, múltiple, tablitas y crawling peg? Las diferentes series de billetes, colores, tamaños, personajes, paisajes, animales y plantas no han logrado convencer a los agentes económicos de utilizar al peso en sus contratos ni de atesorar activos denominados en dinero local. Propiedades, alquileres y préstamos de largo plazo son indexados o dolarizados. ¿Puede un enfoque alternativo ayudar a replantear soluciones ante este problema?

Tal vez la experiencia de León Najnudel (1941-1998) ayude a vislumbrar una perspectiva superadora. Dos lecciones pueden obtenerse de su particular forma de construir instituciones: uno, su visión y dos, la austeridad de su instrumentación. El esfuerzo tenaz del reconocido técnico de básquet dio origen a la Liga Nacional y favoreció la concreción de éxitos deportivos posteriores. Esta competencia abrió la puerta a miles de jugadores para mostrarse, dando origen a diferentes camadas de deportistas y ayudando a forjar la “generación dorada”.

La liga proponía recuperar el brillo demostrado por el país en 1950 cuando la selección argentina se había consagrado campeona del mundo en el torneo disputado en Buenos Aires. A fines de 1980 ese potencial había desaparecido por completo. En la visión de Najnudel las competencias locales mostraban fuertes asimetrías organizativas y los jugadores del interior talentos faltos de oportunidades. Los recursos eran escasos y mal distribuidos geográficamente. Había que construir un torneo federal por medio de un proceso por demás austero. Una mesa de bar en Villa Crespo y su auto le fueron suficientes a León para instrumentar un cambio organizativo más que singular. En un contexto de restricciones la austeridad administrativa dejaba (y deja) más espacio presupuestario para los jugadores, los verdaderos protagonistas del deporte.

Como contrapartida la situación competitiva en otros países era diametralmente opuesta. Ervin (Magic) Johnson, nacido en Michigan a 3.300 kilómetros de Los Ángeles, se convirtió en un promisorio jugador de básquet mientras que Jorge González nacido en el Colorado (Formosa), a 1.146 kilómetros de Buenos Aires, terminó siendo luchador. La organización de competencias deportivas conlleva la interacción entre grupos sociales en favor de una planificación común. El resultado de este proceso de negociación social es arribar a un acuerdo superador de las diferencias. Las oportunidades para los jugadores surgen como consecuencia de la reasignación de prioridades fruto de ese acuerdo.

En la economía real son las empresas las que movilizan recursos, desarrollan tecnologías y generan empleos genuinos. Henry Ford y Lee Iacocca, al igual que Magic Johnson, nacieron en Michigan. ¿Qué tipo de políticas harían florecer en Formosa a empresas globales como Ford o General Motors? Protección, protección, protección dirán algunos. No estoy totalmente seguro de que Najnudel, con la premisa de recuperar la supremacía global de los 50', hubiese coincidido sólo con esto.

Las políticas fiscales y monetarias son mecanismos de reasignación de posibilidades. En un país altamente concentrado lo más probable es que sus políticas hayan sido fuertemente centralistas. La política fiscal es por naturaleza más difícil de descentralizar que la monetaria porque los planificadores, como Dios, atienden en capital? Las políticas financieras centralizadas pueden agravar aún más el problema de la concentración por las fuertes asimetrías informativas y crediticias que conllevan. El sobreendeudamiento del sector público y las recurrentes crisis de solvencia son en gran medida una consecuencia de la falta de una institucionalidad federal con capacidad de mitigar riesgos en épocas de bonanza de las commodities o exceso de liquidez internacional. ¿Qué culpa tiene un empresario o un jugador de básquet nacido en Formosa de los desbordes financieros experimentados en la Capital?

Una moneda es una construcción social. La misma es el reflejo de las capacidades productivas de una economía y de la solvencia de su instrumentador. El dinero es un pasivo del Estado y un activo de la sociedad. Si las economías regionales no crecen, sus Estados serán insolventes y la sociedad dejará de usar al dinero local como medio de ahorro. Nadie, en su sano juicio, conservará un papel firmado por un fallido sin potencial por más dibujo que tenga en su frente. La lección de Najnudel es hoy un faro que hay que mirar. Su compromiso, su visión y su austeridad son un llamado de atención. Los desposeídos, los jóvenes, los empresarios y los jugadores sin oportunidades interpelan.

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