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Paolo Rocca: "América Latina tiene que aprovechar las oportunidades para dar solidez a las cadenas de valor"

Estos son los principales puntos del discurso de Paolo Rocca en el 25 aniversario de la Fundación Observatorio PyME (FOP)

El presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca.
El presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca.
15 noviembre de 2022

El presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca aseguró que "Argentina no es ni Venezuela, ni Cuba, ni Nicaragua" y que el país "va a volver a una normalización de la economía en algún momento", en su discurso durante la Conferencia Bienal de la Fundación Observatorio Pyme (FOP).

"La Argentina no es Venezuela, ni Cuba, ni Nicaragua. Va a volver a una normalización de la economía en algún momento. Esta es una enorme oportunidad para adquirir tecnología e integrarnos al mundo", sostuvo el empresario.

Al disertar en un Congreso de la Fundación Observatorio Pyme, que se realiza en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Rocca habló del "cambio mundial" tras la pandemia.

"El cambio mundial es traumático. Hay un cambio en el equilibrio político sustancial. El principal actor de este proceso de transformación es China, que representa el 28% de la producción industrial global. Esto lleva a un proceso de primarización de nuestra economía", enfatizó.

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"Nadie sabe que va a pasar en cinco o diez años. Es difícil tener previsibilidad"

Sobre FOP y el valor de las PyMEs pars el Grupo Techint

En Argentina, mantener un proyecto coherente como el de FOP por 25 años sin perder el rumbo es realmente un resultado extraordinario. Desde el punto de vista del Grupo Techint, el foco de atención sobre las PyMES viene de nuestra tradición y origen. La acción del programa ProPyMes acá y en México representa la vocación de un grupo que percibe su cadena de valor como un activo fundamental para su competitividad y crecimiento

Cambio de equilibrio geopolítico

Estamos frente a un cambio sustancial del equilibrio geopolítico. En los 90s, con el final de la Guerra Fría y la caída del Muro, el equilibrio geopolítico cambió radicalmente, la visión de que un mundo unipolar con el liderazgo fuerte de Estados Unidos abriría un ciclo de globalización sin conflicto, en el que la integración comercial y la cooperación política llevaría a una alineación de valores internacionales. Fue un tiempo de mucha esperanza, creíamos que íbamos a una visión integrada en la que el mundo podría finalmente abordar problemas como la pobreza o la transición energética.

El desafío que plantea China

Todo esto se va cayendo. Porque el principal actor de este proceso de globalización es China, con increíbles niveles de productividad y tasas de crecimiento y penetración en los sistemas de producción industriales del mundo. Esto tiene un gran impacto en las sociedades occidentales y en las clases medias de todo el mundo.

En América Latina, esto derivó en procesos de desindustrialización y reprimarización de nuestra economía.

Esta situacion va minando lo construído en los años posteriores al fin de la Guerra Fría. Por supuesto, en aquel entonces hubo conflictos, como el 9/11. Pero se trató de conflictos que no ponían en cuestionamiento el equilibrio geopolítico mundial.

También es importante la ambición territorial china, que asocia su crecimiento económico con un crecimiento hegemónico,  aumentando las tensiones territoriales con sus vecinos, en el Mar de la China meridional, el cambio del régimen en Hong Kong.

Las tensiones crecen y el proceso de alineación de valores que se creía posible en los años 90 no ocurre. China promueve una visión mucho más autoritaria.

En este nuevo mundo bipolar, no hay buenos y malos. Pero si diferentes formas de entender la democracia y los derechos individuales. Los valores son muy importantes. La visión de la tercera vía y el no alineamiento tiene sus límites, porque lo que antes era una competencia hoy es una confrontación entre dos potencias hegemónicas.

La guerra Rusia - Ucrania y el impacto en las cadenas de valor

El conflicto entre Rusia y Ucrania sorprendió a todos, porque es una ruptura de las reglas de juego sin antecedentes en los últimos 30 años. No es un conflicto entre Estados, sino una invasión de un país a otra nación independiente.

También sorprende la capacidad de Estados Unidos de organizar una respuesta internacional coordinada a esta reacción, con una Europa alineada detrás de un punto de vista común y el diseño de sanciones económicas muy fuertes.

Sorprende las consecuencias sobre las cadenas de valor. La cadena de valor de la energía se interrumpió totalmente, al igual que la alimentaria.

El fin de este equilibrio geopolítico abre caminos hacia un nuevo orden muy distinto, que debemos enfrentar como empresas. ¿Cuál va a ser la posición de las grandes empresas de la región frente a la confrontación entre Estados Unidos y China? Creo que América Latina tiene que aprovechar las oportunidades para rediseñar y dar solidez a las cadenas de valor.  

Nosotros mismos estamos intentando entender qué pasaría en nuestra propia cadena frente a un eventual conflicto entre Estados Unidos y China. El ejemplo de Rusia nos abrió los ojos y nos obliga a reflexionar sobre cómo podemos contribuir al rediseño de las cadenas globales de valor.

Nueva fase de la globalización y oportunidades para América Latina

Tenemos que entender el cambio geopolítico que es definitivo. Se terminó la globalizacion que vivimos desde los años '90. Estamos entrando en una  nueva fase de la globalización, en la que va a primar la seguridad.

Para Argentina, Brasil, Mexico, esta situación impone debates internos. Los BRICS no son una estructura viable para analizar el mundo, que está avanzando en otra dirección. No tener una visión a largo plazo que tenga en cuenta esto es un error.  

Seguridad, independencia, integración occidental y clara visión de valores en su estrategia internacional.

América Latina tiene la oportunidad de rediseñar la cadena de valor. En México, las empresas crecen e invierten hasta cuatro veces más.

En materia de energía, tenemos en Vaca Muerta la capacidad de desarrollar una industria del gas que fortalecería a toda la cadena de suministros de energía regional, una oportunidad extraordinaria para impulsar el trabajo de empresas pequeñas, medianas y grandes. Lo que podemos hacer allí es de extrema relevancia para la cadena de valor.

La cadena de transición energética también es una oportunidad increíble en materia de litio o cobre. Estados unidos necesita rediseñar su cadena que sostiene la transición energética.

Mantener una agenda que considere los factores geopolíticos para las cadenas de valor es fundamental para crecer, desarrollarse e integrarse al resto del mundo.

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