Si, como dice el politólogo Lucas Romero, el desafío de Javier Milei siempre fue y seguirá siendo ordenar la economía antes de que se desordene la política, la vendetta de Mauricio Macri por ocho meses de ninguneo libertario marca el capítulo más preocupante de esa teoría.
El presidente del PRO aprovechó la excusa del DNU con gastos reservados para la SIDE (léase para Santiago Caputo, a quien el mismo Macri había definido como un "Marcos Peña en construcción") para marcarle la cancha a Milei.
Lo continuó mandando tropa propia a votar el aumento a jubilados, que el Presidente avisó que vetará. Desde el mismo macrismo se atajaron en remarcar que lo sucedido no es un rompimiento liso y llano, sino una alerta para el oficialismo.
"El PRO es el PRO y nosotros estamos con el cambio. O sea no rompemos con alguien o con un Gobierno si nosotros estamos defendiendo unas ideas que son las ideas del cambio en la medida en que nosotros creamos que lo que hace el Gobierno o que lo que manda al Congreso es beneficioso para sacar a la Argentina de la decadencia", puntualizó la diputada del PRO Daiana Fernández Molero, quien votó para bochar el DNU de Milei.
Fernández Molero, que además es economista y estuvo en la Secretaría de Comercio y en el Mecon durante la gestión macrista, dice que los ataques de los trolls libertarios hacia el PRO y el mismo Macri (resaltando que Milei hizo en 8 meses lo que Macri no se animó en 4 años, por ejemplo) no los afectan.
"Estamos más curtidos porque pasamos por la gestión pública anteriormente. Si no me van a correr, digamos, los progres en su momento cuando fuimos gobierno, tampoco me van a correr los libertarios ahora", dice la diputada del PRO.
"Gritan, gritan y los que votan con el kirchnerismo lo de Lijo no soy yo. Y los que votaron el año pasado con el gobierno de Massa para que se saque Ganancias en un acto de populismo tributario, no fuimos nosotros", dispara Fernández Molero y apunta a que esto es "parte de una narrativa, es parte de una estrategia comunicacional del Gobierno".
"Tampoco me voy a poner en sommeliere de estrategias de comunicación porque están comunicando ellos. Ellos generan su narrativa, una narrativa que uno escarba un poquito y te das cuenta que el problema no está en el PRO", agrega.
La pregunta es si el choque frontal entre Macri y Milei, que ahora empezarán a negociar personalmente y no vía emisarios, puede generar más tensiones a una economía que anda en forma de serrucho.
El EMAE de junio, con una caída del 0,3% contra mayo, volvió a plantear la incógnita de qué tan firme son los brotes verdes que el mismo Presidente catalogó no como crecimiento, sino como un mero rebote. La economía, según datos oficiales, se sitúa casi 4 puntos porcentuales por debajo de junio del 2023, aun siendo muy sostenida por el sector agro (excluyéndose, la caída interanual habría sido superior al 8%). De esta manera, la economía cayó 3,2% interanual en el primer semestre y casi 9% sin agro.
Para adelante, la película de la economía no es clara. LCG, la consultora fundada por Martín Lousteau (uno de los más odiados por los libertarios), que hoy lidera Javier Okseniuk, trazó un panorama no muy auspicioso para lo que resta del año:
- Proyecta un sendero de crecimiento débil, con subas y bajas y una amplia disparidad sectorial. El Agro como principal impulsor, pero sin derramar en exceso por efecto de una baja de los precios internacionales.
- En la medida que, por la moderación de la inflación, los salarios comiencen a sostener una recomposición en términos reales, podrá esperarse un incremento del consumo, principal componente de la demanda agregada. La mayor oferta de crédito, desde niveles mínimos, podría actuar como soporte, pero con un efecto marginal.
- La inversión, en principio seguirá afectada por la incertidumbre en un estado de "wait and see" hasta tanto se termine de definir las políticas monetaria/cambiaria que primarán en el futuro. Recién despejado este escenario, y acuerdo con el FMI mediante, podrá esperarse un impulso gradual. No vemos que el RIGI tenga impacto macroeconómico relevante en el corto plazo. A mediano plazo algunos sectores puntuales, que ya gozan de márgenes elevados, sí reaccionarán a los beneficios ofrecidos con inversiones de magnitud (pero con efecto macro limitado); una situación similar aplica para el Blanqueo. El aporte de la política fiscal, entendemos que será marginal dado el compromiso del Gobierno por alcanzar y sostener el equilibrio de las cuentas públicas.
- Sin un motor claro de crecimiento en el corto plazo, seguimos esperando una caída de la actividad por encima del 3% para este año. Este escenario incluye el éxito del gobierno en lograr coordinar expectativas y estabilizar la economía, tal que implique una recuperación de la actividad en los últimos meses del año.
Luis Caputo blanqueó que un acuerdo con el FMI está más verde que nunca. En un sincericidio comunicacional, algo que el mismo ministro explicitó que no es su fuerte, sostuvo que la Argentina ni siquiera empezó a hablar con el Fondo sobre el nuevo acuerdo.
"Todavía no empezamos a hablar con el Fondo pero ya saben los que nos van a decir", dijo Caputo mientras toreaba vía X a una periodista de LN que había contado las diferencias y pedidos del organismo al gobierno mileísta. Lo curioso es que el mismo ministro había dicho en junio que iban a empezar a negociar un nuevo acuerdo.
Es obvio que la negativa de Washington a quemarse con un plan con atraso cambiario que financie la salida del cepo (la realidad lo que busca Caputo es solo eso) y sin definir el esquema cambiario posterior (flotación o administración cambiaria) es lo que entorpece todo. Milei y Caputo tiraron la toalla y apuestan a que Donald Trump gane en noviembre para activar un acuerdo político, tal como el que hizo Macri en su momento.
Sin salida del cepo ni acuerdo con el Fondo, dos cosas que parecen van directo al 2025, Milei necesita tener orden político para perpetuar su "plan llegar". Los fondos reservados y el aumento jubilatorio son dos paliza legislativa en 48 horas que le dio la oposición al Gobierno. En ambos casos, patrocinado o avalado por el presidente del PRO.
¿Qué ve Macri? Un trabajo reciente de Synopsis Consultores, que dirige Romero, puede dar algún indicio. Dice que, pensando para el 2025, en agosto cayó la intención de voto de la Libertad Avanza. Se derrumbó de 40 a 31,9 puntos. Y que en el mismo mes, se duplica la intención de voto al PRO y crece también la intención de voto al radicalismo.
"¿Qué interpretación hacemos de estos datos? Bueno, las señales de diferenciación pública de Macri pueden habilitar, legitimar, presentar un punto de fuga para ciertos apoyos que habiendo votado a este Presidente, hoy se sienten incómodos, se sienten disconformes, ven cosas que no les gustan y que si ven que un dirigente como Macri marca diferenciaciones, bueno, ¿por qué no las puedo marcar yo?", explica Romero.
"No necesariamente yendo a apoyar a dirigentes del peronismo, porque se mantiene ese sentimiento de rechazo hacia lo que gobernó la Argentina desde siempre. Pero la diferenciación de Macri habilita una fractura dentro de la opinión pública de esa base de apoyo que llevó a Milei a la presidencia y que quiere conservar", señala el director de Synopsis.
Para Romero, la economía y la política van de la mano y eso va a influenciar la futura relación de Milei con Macri. "Las condiciones de ese diálogo y esa negociación con Macri, eventualmente de un acuerdo electoral, van a estar determinadas por la dinámica económica. Porque la dinámica económica va a determinar el valor político electoral de Milei, que no es un dato menor. Macri va a tener incentivos para ir con la Libertad Avanza si todo el proceso de ordenamiento económico va viento en popa, produce resultados, y Milei sigue teniendo apoyo popular y social. Porque sin apoyo popular y social, ¿cuál es el incentivo de Macri de subirse a un barco que no va a destino del triunfo?", remarcó.
