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“La reactivación económica comenzó, pero las secuelas de la pandemia se sienten"

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15 junio de 2020

A casi 90 días de decretado el aislamiento obligatorio, hoy el Ministerio de Desarrollo Productivo informó que ya se habilitó la actividad en la industria y el comercio casi en su totalidad en gran parte del país. 

“Si abril será recordado como el mes con caídas récord históricas en la mayoría de los sectores productivos, como la industria, la construcción, el turismo, el comercio o los servicios ligados al esparcimiento, mayo se caracterizó por la puesta en marcha de buena parte del aparato productivo”, comenzó el informe realizado por la cartera, producido por del Centro de Estudios para la Producción.

A mediados de junio 15 provincias ya tienen más del 80% del empleo privado habilitado para trabajar, cuando entre el 20 de marzo y mediados de abril, ninguna llegaba al 70%. Además, de las 9 provincias restantes, 6 se encuentran entre el 75% y 80% y solo la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires y el Chaco se encuentran por debajo del 70%. 

En todo el país, salvo en el AMBA, la industria manufacturera está plenamente habilitada para producir. Al comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el 54% del empleo industrial estaba exceptuado de la cuarentena, destacándose la industria alimenticia, productos de higiene y limpieza y medicamento. Hoy la cifra alcanza el 80%. 

En cuanto al comercio, al principio del aislamiento obligatorio se encontraba habilitado aproximadamente el 50% de los locales, mientras que hoy el número ronda en el 85% y, en 20 provincia, la cifra se encuentra por arriba del 95%. 

“En pocas palabras, en la gran mayoría del país la reapertura ha sido pronunciada. En tanto, en el AMBA la reapertura de actividades se dio a un ritmo menor al resto de las provincias debido a las mayores dificultades para controlar la pandemia”, explicó el reporte. 

Pero agregó: “La reactivación económica comenzó, pero las secuelas de la pandemia se sienten. Entre febrero y abril, alrededor de 15.000 empresas dejaron de presentar declaraciones juradas de seguridad social ante AFIP (el 2,8% del total). El sector de hoteles y restaurantes fue el más afectado, con una caída del 8% en la cantidad de empresas que declaran DDJJ. Si bien es prematuro catalogar esto como cierres definitivos, es un dato que ilustra el daño que ha generado el Covid-19”.

A su vez, la cantidad de asalariados formales en las empresas cayó 0,8% en marzo, lo que significa unos 48.000 puestos de trabajo menos, “la mayor disminución mensual desde la crisis de 2002”. En abril esa baja se habría consolidado -0,6%, la más pronunciada para un mes de abril desde 2002.

“La principal razón de estas contracciones no son los despidos, que explicaron alrededor del 10% de las bajas de abril, sino que son muy pocas las empresas que estuvieron incorporando personal: la tasa de entrada se ubicó en el 0,4%, la menor desde por lo menos 2001”, resaltó el estudio. 

Las bajas se producen por distintas razones, como renuncias, finalización de contratos, finalización del período de prueba, entre otras, las cuales no se compensan con nuevas contrataciones. A ello se le suman las suspensiones, que alcanzaron en abril al 7,5% de los ocupados, la mayor cifra desde “por lo menos 2006”.

En relación a la ayuda estatal a los sectores más perjudicados por el parate económico, el Ministerio de Desarrollo Productivo destacó que el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) benefició a 8,4 millones de personas y “evitó que entre 2,7 y 4,5 millones de beneficiarios cayeran en la pobreza y la indigencia en el último bimestre”. 

En tanto, a través del programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP), el Estado abonó salario complementario a 2,34 millones de trabajadores en abril y 2,04 millones en mayo, además de fondear casi medio millón de créditos a tasa cero.

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