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La economía mundial le abre oportunidades otra vez a Argentina

Todo lo que ocurre más allá de sus fronteras es clave para la economía local que se enfrentará con un escenario amigable

19 abril de 2017

Ayer se conocieron los pronósticos sobre la economía mundial del Fondo Monetario y confirmaron que la recuperación del nivel de actividad es lenta pero sostenida. Y si bien los desempeños previstos no son iguales en todos los países, la mejora será generalizada.

En este contexto se inserta Argentina cuyas autoridades intentan leer atentamente lo que ocurre fuera de sus fronteras porque eso es decisivo para la economía local.

En tiempos de globalización, un buen gobierno es el que logra aprovechar al máximo las oportunidades que brindan los ciclos con viento de cola desde el exterior y que consigue atenuar todo lo posible, las consecuencias negativas cuando el viento sopla de frente.

Pero lo que no se puede evitar es el impacto del contexto internacional, que en estos momentos, es moderadamente favorable para el país.

Son cinco los temas que Argentina debe mirar con especial atención: el nivel de actividad global, el rumbo del dólar, las tasas de interés en Estados Unidos, la evolución de Brasil y el precio de las materias primas.

Actividad. El crecimiento global favorece, en mayor o menor medida, a todos los países. Según las Perspectivas Económicas que difundió el FMI el mundo crecerá 3,5% este año y 3,6% en 2018. Si bien es una tasa inferior a la que se registraba antes de la crisis financiera de 2008, ha logrado sostenerse pese muchos pronósticos agoreros y este año será la mayor de los últimos cinco años. Argentina forma de la región que menos crecerá en el mundo pero un dato positivo de las proyecciones del FMI es que el mayor dinamismo estará nuevamente en Asia que se expandirá al 6,2% este año y el próximo y es allí hacia donde se dirige la mayoría de las exportaciones del país.

Dólar. Su cotización tiene una enorme influencia en el precio de las materias primas cuyo precio sube cuando el dólar baja ya que se negocian en esa moneda. En términos de nivel de actividad, a Argentina siempre le fue mejor con un dólar más débil en el mundo como ocurrió a principios de los ´90 y luego de 2002 y la pasó mal cuando se fortaleció como en la década del '80, en la segunda parte de los '90 y en los últimos años luego de 2012. Todo indica que la moneda estadounidense tendrá un comportamiento relativamente estable luego de haber subido mucho después de que Donald Trump ganase las elecciones, parte de lo cual perdió durante este año. Por otra parte, hay tres factores que llevan a pensar que no hay motivos para un nuevo ciclo alcista del dólar: la suba de tasas ? que alienta a dolarizar carteras- será gradual, la diferencia entre el desempeño económico de Estados Unidos y el d otros países desarrollados no será tan significativo como en los últimos años y Trump afirmó que el dólar está demasiado fuerte por lo cual hará todo lo posible para evitar que suba.

Tasas de interés. Argentina volvió a los mercados financieros globales y por eso el costo del endeudamiento y la disponibilidad de capitales es clave. Luego del triunfo de Trump, los analistas esperaban un fuerte salto de la tasa a 10 años por los rasgos expansivos que tendrían sus políticas. Y si bien eso ocurrió inicialmente, en el último mes la tasa retrocedió y no cabe esperar grandes sobresaltos. A su vez, la Reserva Federal continuará con el gradualismo y ya anunció que subirá las tasas dos veces más este año y en tres oportunidades en 2018. Llegaría a fines de 2019 con la tasa en 3% que sería baja en términos históricos. Los últimos datos en materia de inflación, le dan margen a la Fed para seguir adelante con su estrategia prudente. El escenario externo es, en principio, favorable y por lo tanto el costo del endeudamiento argentino dependerá en gran medida de la política económica local, en particular, en materia fiscal.

Brasil. La mayor economía de Sudamérica dejaría de caer en 2017 luego de dos años de fuerte retracción. La comparación entre el último trimestre de 2016 y el de 2017 va a mostrar avances significativos y se proyecta un crecimiento de 2,5% para el año que viene. Sólo una profundización de la crisis política podría alterar este escenario. Es el destino del 17% de las exportaciones argentinas y el 50% de las industriales, con lo cual la recuperación de Brasil es un dato clave. Y si bien el fortalecimiento de la demanda del mercado brasileño es lo más importante, también ayudará que el real, según los pronósticos de los analistas privados, no se devaluará frente al dólar en los próximos años. Para fines de 2017 se espera que el dólar se cotice a 3,23 reales y en diciembre de 2018 a 3,40 reales.

Materias primas. La cotización de las commodities depende, en gran medida, del desempeño del país que más las demanda: China. Esta semana se informó que su PIB subió 6,9% en el primer trimestre del año superando los pronósticos de los analistas. Y se espera que se cumpla el objetivo de las autoridades de lograr un crecimiento de más de 6,5% este año. Además, y demostrando que su proceso de cambio estructural está en marcha, el consumo explicó el 77% de la suba del PIB. Las commodities no tendrán grandes variaciones, los productos que componen la base de la oferta exportadora, están lejos de sus cotizaciones en 2012, pero conservan niveles razonables. Por otra parte, una explosión en el valor de las commodities complicaría el cumplimiento de las metas de inflación que tiene el Gobierno argentino. En el precio de las materias primas agropecuarias, influyen también, el valor del dólar y el del petróleo que se estabilizó luego de su brusca caída que comenzó en 2014. Aprovechar el escenario externo en este caso significa que el país ponga en marcha políticas que alienten la producción para poder responder a la mayor demanda global.

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