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El superávit comercial llegó hasta US$ 7.708 M y llegaría hasta US$ 13.000 M en 2019

26 septiembre de 2019

No son muchas las buenas noticias económicas por estos días (meses y años, también) en Argentina, pero algunas hay y una de ellas es que el país terminará 2019 con un superávit comercial significativo. Hasta agosto, en rigor, ascendió hasta US$ 7.708 millones y las proyecciones privadas hablan de un piso de US$ 10.000 millones para 2019. Sólo en agosto, la brecha entre lo exportado y lo importado fue de US$ 1.168 millones. Los datos fueron entregados ayer por el Indec, a través de su ICA. En igual período acumulado de 2018, el saldo era deficitario en US$ 6.767 millones.

Si bien el saldo favorable tiene bastante relación con el desplome de las importaciones a causa de la recesión, las exportaciones (más tímidamente) también acompañan. En agosto, de hecho, las importaciones cayeron 30,3% y las exportaciones ascendieron 7,5%: US$ 5.568 millones y US$ 4.400 millones, respectivamente. En el acumulado, las primeras avanzan 3,8% (hasta US$ 42.176 millones) y las segundas, caen 27,3% hasta US$ 34.468 millones.

Los detalles

Por el lado de las exportaciones, desde Abeceb dijeron: “La variación absoluta interanual entre agosto de 2019 y el mismo mes de 2018 fue de US$ 389 millones, explicado fundamentalmente por un aumento del 12,7% en las cantidades, ya que los precios sufrieron un descenso del 4,6%. Los rubros en los que se observaron mayores incrementos fueron combustibles y energía (+48,3%) y productos primarios (+38,6%). El valor para destacar es el aumento del 55,7% en la cantidad de productos primarios exportados, que más que compensaron el retroceso de 11% en los precios. En cuanto a las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) y las Manufacturas de Origen Industrial (MOI), las primeras crecieron 0,6% interanualmente y las segundas sufrieron una caída del 8%”.

Las importaciones, en tanto, “fueron un fiel reflejo de la fragilidad macroeconómica en la que entró el país luego de las PASO”. Agregaron: “Esto se refleja directamente en una caída de las importaciones, que pueden tener una aún mayor en los próximos meses, debido a que en ese mes de agosto muchos pedidos ya se encontraban realizados previamente, pero ahora podría comenzar a vislumbrarse el verdadero impacto de la última devaluación”.

Las importaciones cayeron US$ 1.910 millones interanualmente. “Esto se explica tanto por una caída de los precios (-8,3%) como de las cantidades (-23,9%). En términos desestacionalizados, la disminución respecto al mes pasado es de 5,1% mientras que, sin desestacionalizar, esa variación mensual alcanza 10,3%. Los productos más perjudicados fueron los vehículos automotores de pasajeros (-61,6%), combustibles y lubricantes (-45,3%), bienes de consumo (-33,5%) y bienes de capital (-33,2%)”, dijeron en Abeceb.

¿Cómo sigue?

Desde LCG opinaron: “En los siguientes meses, el sector externo no va a escapar a la volatilidad cambiaria y la incertidumbre política que trae aparejado el contexto electoral. Producto de la devaluación, la mayor competitividad podría ser un aliciente por el lado de las exportaciones, sin perder de vista que los precios aún continúa siendo negativos y eso tracciona para bajo el valor de las ventas externas.El desempeño de las importaciones fue reflejo del encarecimiento de los productos que trajo aparejado el tipo de cambio más alto, a la par de la ralentización de la actividad. Se espera que esta performance continua en los cercanos meses, dada la inestabilidad que genera el recambio político y su efecto en los agregados macro”.

A su vez, desde Ecolatina dijeron: “Se observa entonces cómo el ajuste del sector externo, una de las principales causas de la primera corrida que sufrió el Gobierno de Mauricio Macri, ya está teniendo lugar. En este sentido, proyectamos que el superávit comercial cerraría este año en la zona de los US$ 13.000 millones, producto de una caída cercana al 20% en las importaciones (en el último cuatrimestre del año pasado se experimentaron las principales caídas, de modo que la baja base de comparación atenuará los desplomes en este frente) y un avance exportador en torno al 6%, consecuencia de una demanda interna que generará nuevos saldos exportables y la salida de la cosecha fina, posiblemente acelerada ante el temor al endurecimiento de la política de retenciones por parte de la nueva gestión”.

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