El Indec publicó ayer los datos de ventas minoristas de septiembre, uno de los más importantes datos oficiales de consumo (hasta que se publiquen los datos de actividad con el desglose desde la demanda) y dio un incremento de 29,7% nominal en las ventas en los supermercados y uno de 21% nominal en las ventas en los shoppings, mucho menor en ambos casos a la inflación interanual, tal como se viene dando.
La caída real
Según el cálculo de Labour Capital Growth (LCG), la caída real fue de 7,5% interanual para las ventas en supermercados y de 14% en shoppings (el cálculo lo realiza a partir de su propio IPC y desde abril a partir del Indec). Esto determinaría un buen desempeño relativo y una desaceleración en la caída durante el mes de septiembre, con una mejora incluso respecto a agosto de 4,4% en supermercados y de 2% en shoppings (y en el caso de los supermercados incluso el mejor desempeño de los últimos cinco meses).
Algunos analistas realizan el cálculo a partir del IPC CABA, que es el dato que fue tomado como oficial por el Gobierno durante los primeros meses del año, y que brinda la posibilidad de hacer una comparación interanual con el mismo indicador, la variación real de las ventas de supermercados es -13,4% y la de los shoppings es -22%. En ambos casos, la caída real es mucho mayor y ahí la perspectiva cambia.
El bajón habría seguido en octubre: según CAME, las ventas minoristas habrían caído 8,2%. “Todos los sectores relevados mostraron caída, aunque en cinco de ellos la baja fue menor que el mes anterior”, señaló el informe.
Según LCG, habría cierto rebote hacia adelante. “En los próximos meses continuarán las bajas en las comparaciones interanuales, aunque la mejora de los ingresos (por la movilidad de las prestaciones de la Anses y por los incrementos en las paritarias) y la desaceleración de la inflación permitirán mejoras en términos desestacionalizados para lo que resta del año”.
