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Entre el New Deal y el fantasma del Rodrigazo del '75

¿Qué dicen los gurúes?

15 junio de 2012

"La desorientación y la parálisis dominan la gestión económica del Gobierno”, escribió esta semana Mario Brodersohn, secretario de Hacienda durante el alfonsinismo. El director de la consultora Econométrica dice que la actual política “no encuentra la forma de resolver el efecto de la restricción externa sobre el crecimiento económico sin pagar un elevado costo político” y cree que, de no lograr soluciones, “no descartamos que el Gobierno, cuando se intensifiquen los costos políticos y económicos de los controles, finalmente termine por pagar el elevado costo político de salir del círculo vicioso en el que está metido desplazando su estrategia económica hacia la tradicional política ortodoxa fiscal y monetaria contractiva”.

Pero por ahora, el libreto que siguen en la Casa Rosada y en el Ministerio de Economía es el de J. M. Keynes. Esta semana, el Gobiero presentó la versión K del New Deal roosveltiano: 100.000 viviendas nuevas hasta fines de 2013 y un total de 400.000 hasta 2015. Un trabajo de la Fundación Mediterránea prevé que, en caso de que se contruyan 100.000 viviendas en lo que queda de este año y durante el 2013, se generaría la ocupación de 220.355 trabajadores, parte de los cuales serán nuevos puestos de trabajo netos mientras que el resto serán puestos de trabajo existentes que se asignen a estas tareas y la generación de nuevo valor agregado por el equivalente a 2,0% del PIB de 2011, lo cual constituirá una importante base de crecimiento económico con impacto principalmente en 2013, y permitirá atenuar la desaceleración que atraviesa la economía desde finales de 2011.

El economista Alejandro Banzas, cree que “el impacto que el proyecto tendrá sobre el nivel de actividad puede ser interesante para un sector que se ha visto fuertemente perjudicado con el cepo cambiario, y para la macroeconomía podría llegar a representar un punto más de crecimiento en el PIB”.

“Durante su gestión Cristina Kirchner realizó diferentes lanzamientos de planes de créditos hipotecarios para mejorar el acceso a la vivienda propia, algo que se convirtió en una misión casi imposible para gran parte de la población en los últimos años. Desde 2008 a la fecha se realizó por lo menos un anuncio por año de créditos hipotecarios financiados por parte del Gobierno Nacional, por medio de distintos organismos”, dice un informe de abeceb. En el primer día hubo más de 300.000 mil consultas para acceder a un crédito.

El recuerdo del '75

Muchos gurúes han hablado del Rodrigazo en las últimas semanas, y no precisamente por que las medidas anunciadas por Celestino Rodrigo el 4 de junio de 1975 constituyan una efemérides particularmente grata. El motivo del recordatorio, desgraciadamente, es otro. Entre los que se refirieron al tema estuvieron los dos ministros de Economía más poderosos que tuvo el país en los últimos 20 años: Domingo Cavallo y Roberto Lavagna.

Ambos coincidieron en que un desenlace similar al de entonces es totalmente evitable: la situación económica no es tan acuciante y el Gobierno actual hará todo lo posible para no hacer un ajuste de ese tipo. Pero con el voluntarismo no alcanza. Ambos ministros coinciden en que se requieren medidas correctivas.

Para Cavallo, es necesario anunciar una regla monetaria y pone tres opciones: la primera, fijar el tipo de cambio en relación con una o más monedas extranjeras; la segunda, fijar un ritmo de crecimiento preestablecido para la cantidad de dinero en circulación, medida a través de algún concepto claro de “dinero” o, la tercera, manejar la tasa de interés a la que presta o toma prestado el Banco Central, o algún otro indicador intermedio del grado de “dureza” de la política monetaria. El ex ministro también propone “eliminar rápidamente la inflación reprimida” y, además, dice que se necesitará crédito, ya que “no es posible confiar en que cuando se pone en marcha un plan de estabilización bien diseñado se conseguirá mantener, de inmediato, el equilibrio presupuestario”. Difícilmente el Gobierno avance en esa dirección.

Las prescripciones de Lavagna son menos precisas. Su análisis es que la economía está en “falsa escuadra”, es decir, “todos los precios y variables monetarias están desajustados”.

Un trabajo de la consultora AMF, dirigida por Andrés Méndez, sostiene que“si bien se advierte una distorsión de precios relativos como en aquella ocasión, la economía no presenta los acentuados desequilibrios que se advertían en los primeros meses de 1975” y pone dos ejemplos. El primero es que el stock de Reservas Internacionales (RI) medido en términos de capacidad de repago de la deuda externa es cuatro veces superior en la actualidad: era de 8% en 1975 y es de 33% hoy. El segundo es que el coeficiente de respaldo de las RI del M3 privado también es mayor que en 1975, ya sea usando el tipo de cambio oficial o el paralelo.

En el blog Foco Económico, el economista Andrés Neumeyer sostiene que “la economía argentina no está tan mal y dista mucho de necesitar los ajustes dramáticos de junio de 1975” y propone, entre otras cosas, retoques en el tipo de cambio, las tarifas y el gasto público. En otro de los blogs más populares (econserialcronico. blogspot.com), Luciano Cohan lo pone en términos metafóricos: “Digamos que si finales de los sesenta es Buenos Aires y el Rodrigazo es Mar del Plata estaremos a la altura de Atalaya, aunque dejando pasar cada rotonda que pasa sin aprovechar para desandar el camino”.

(De la edición impresa)

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