Tesla, empresa mundialmente conocida por liderar el mercado de los autos eléctricos, comienza a perder terreno en el rubro: la empresa representó el 49,7% de las ventas de vehículos eléctricos en EE.UU. de abril a junio, frente al 59,3% del año anterior.
La cifra se da, incluso, en un momento en el que las ventas de autos eléctricos alcanzaron nuevos récords, aunque la compañía liderada por Elon Musk perdió terreno frente a General Motors, Ford Motor, Hyundai y Kia.
Según la firma de investigación Cox Automotive, esta fue la primera vez que la participación de mercado de Tesla cayó por debajo del 50% en un trimestre.
En general, las ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos subieron 11,3% respecto al año anterior, lo que significa que la demanda de los consumidores por la tecnología sigue siendo considerable.
Específicamente, los estadounidenses compraron más de 330.000 autos eléctricos y camiones ligeros durante el trimestre, lo que representa el 8% de todos los autos nuevos vendidos o alquilados en el trimestre. Según Cox, los vehículos eléctricos representaban el 7,2% del mercado el año anterior.
El problema para Tesla es que, hace un par de años, no tenía muchos competidores, asociado a que, prácticamente, ninguna otra compañía podía igualar la autonomía de conducción de sus coches con una carga o aceleración completas.
Pero, ahora, los fabricantes de automóviles establecidos han estado introduciendo vehículos eléctricos que pueden viajar casi 500 km, igualando y a veces superando las capacidades de los autos de Tesla.
A esto se suma que, actualmente, hay más de 100 modelos eléctricos disponibles en Estados Unidos y es esta enorme oferta lo que ha provocado que los precios caigan.
La intensa competencia "está llevando a una presión continua sobre los precios, lo que ayuda a impulsar la adopción de vehículos eléctricos lentamente al alza", dijo Stephanie Valdez Streaty, directora de Análisis de la Industria de Cox.
Incluso, muchos consumidores están comprando autos eléctricos de fabricantes convencionales, como BMW o Ford, ya que tienen grandes redes de concesionarios que pueden proporcionar mantenimiento y reparaciones.
Y como si esto no fuese suficiente, las ventas de Tesla también se han visto afectadas por el envejecimiento de la línea: su vehículo más vendido, el Model Y, salió a la venta en 2020, por lo que ya se considera anticuado para los estándares de la industria.
Por último, es posible que Elon Musk también haya perjudicado las ventas tras comprar X (exTwitter). Allí adoptó (y amplificó) las posiciones más de derecha (el último mojón fue apoyar explícitamente a Donald Trump), lo que va en contra -en promedio- de las ideas de los propietarios de vehículos eléctricos, que tienden a ser más demócratas y/o progresistas: las ventas de vehículos eléctricos son más altas en los estados que, generalmente, eligen a los demócratas.
