Hacía tiempo que iniciativas del Gobierno no recibían un rechazo tan contundente por parte de las entidades empresarias. Rápida y masivamente el mundo de la producción quiso alertar a las autoridades sobre las consecuencias negativas que tendrían las medidas que decidieron impulsar. Y los cuestionamientos estuvieron referidos a un proyecto de corte institucional que se debate en el Congreso y una medida de naturaleza económica decidida por el Poder Ejecutivo.
Frente al proyecto oficialista que apunta a reformar el Ministerio Público Fiscal, el Foro de Convergencia Empresarial expresó su “extrema preocupación” y afirmó que “su aprobación tendría un impacto muy desfavorable en cualquier plan que se proponga impulsar para reducir los niveles de pobreza”.
En el mismo sentido, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) también criticaron la iniciativa. En su documento afirma que "Las inversiones que se requieren para retomar la senda del crecimiento necesitan de un marco institucional que brinde seguridad jurídica, que haga que se respeten las garantías constitucionales y, por ende, que las proteja de eventuales decisiones arbitrarias".
También IDEA se sumó a las críticas y remata su declaración señalando que “sin calidad institucional no habrá justicia social.
Todas las declaraciones de las entidades empresarias están orientadas en el mismo sentido porque procuran demostrar que la reforma del Ministerio Público no es una cuestión meramente institucional, alejada de las necesidades de la sociedad, sino que afecta la inversión, el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la justicia social.
Por otra parte, todas las entidades del sector agropecuario venían cuestionando duramente el anuncio del Gobierno de limitar las exportaciones de carne. No hubo asociación que se privara de criticar la iniciativa alertando sobre sus consecuencias negativas. En este tema, el sector empresario se manifestó no sólo en sintonía con la oposición sino con figuras del oficialismo, como el gobernador de Santa Fe, que no aprueban la medida.
Además del contenido de las iniciativas, desde el mundo empresario se cuestiona también su oportunidad porque se las considera causantes de divisiones en un momento en que se requieren acuerdos y coordinación entre todos los sectores para enfrentar el rebrote de la pandemia.
