Es muy difícil proyectar. Más aún si se trata de Argentina, hay cuarentena y hay un virus peligroso circulando. Quedan, eso sí, la evidencia anecdótica y los datos de alta frecuencia que permiten monitorear, aunque más no sea parcialmente, la marcha de algunas variables líderes. Vale aclarar, desde ya, que no constituyen reemplazos del PIB ni del EMAE.
En su último reporte, Fernando Marull compila los datos disponibles y señala que hay una caída del 30% en la actividad.
“Según nuestros cálculos, los sectores esenciales que están activos suman el 40% del PIB, por lo que el restante 60% si está afectado por la cuarentena y ya están sintiendo el fuerte impacto que está teniendo en los niveles de demanda. En base a indicadores y evidencia anecdótica, podemos calcular que el impacto en la actividad sería de una caída promedio de 30% comparado con semanas atrás. Por caso, según confirmó el CEO de YPF, la demanda de naftas bajó 70%, en línea con el menor tráfico automotor (bajó 70%). Un buen indicador para ver el bajón de actividad es la demanda de energía total diaria que informa Cammesa, que muestra bajas de 25% versus la primer quincena de marzo (ajustado por temperatura). Los camiones que llevan grano a los puertos se vieron afectados inicialmente y luego fueron acomodándose a la nueva logística de emergencia”, agrega Marull.
Esta caída se monta sobre una dinámica previa ya recesiva. Según difundió Orlando J. Ferreres, la economía cayó 3,6% interanual en febrero y 0,5% contra enero.
Según el portal Bichos de Campo, el agro siguió cosechando la gruesa y levantó 1.000.000 hectáreas, pero sólo mandó (o pudo) 40% menos de camiones que en igual laspo del año último. Ese menor moviemiento, si persiste, podría generar presiones cambiarias dado que el agro es uno de los pocos sectores que oferta dólares.
https://twitter.com/Agroentregas/status/1243516388481925120
Un tema de preocupación adicional es la decisión del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo de que no amarrarán más buques ni se realizarán ingresos en ningún puerto del país, salvo excepciones puntuales, como el arribo de insumos médicos.
Lógicamente, faltan estadísticas de sectores muy sensibles, sobre todo de servicios, que han visto un desplome vertical, como una I, de sus niveles de demanda, desde los cines y restaurantes a la calle hasta los kioscos o los taxis.
El Gobierno de Mendoza intentó, sin éxito, flexibilizar la cuarentena y sumar más excepciones al "aislamiento obligatorio", pero debió dar marcha atrás a las pocas horas.
Sin embargo, es posible que estos intentos, ya sea surgidos desde la política o los reclamos sectoriales, sean más frecuentes, sobre todo si se extiende la cuarentena más allá del 31 de marzo. O, también, que la gente, sobre todo en los sectores más marginados, empiecen a salir a buscar el mango. En Argentina, la salud es muy importante, pero son pocos los que pueden financiar una cuarentena.
