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La amenaza del BCRA funcionó (por ahora)

02 mayo de 2019

Si una palabra definió, entre los economistas, la nueva política cambiaria del BCRA es “pragmatismo”.  Así lo calificó Miguel Kiguel: “El cambio tan esperado muestra pragmatismo por parte del FMI y del BCRA, tras una semana muy difícil, en la que el tipo de cambio operó con mucha volatilidad y terminó subiendo 8%, y el riesgo país subió 110 puntos hasta rondar los 1,000 puntos básicos, el nivel más alto de los últimos cinco años”.

Una semana similar a la anterior hubiera sido muy tóxica políticamente y el Gobierno recurrió, quizás, a su última bala de plata: las reservas del BCRA, hoy arriba de US$ 70.000 millones. Sin embargo, las de libre disponibilidad son, como mínimo, la mitad y, según calcula Balanz Capital, menos aún: US$ 20.000 millones. Por eso, la otra expresión usada en el mercado fue “riesgo”.

Hasta ahora (es decir, el lunes y el martes), la jugada del presidente del BCRA, Guido Sandleris, funcionó: sin vender reservas, el dólar bajó en las dos ruedas, pero hoy y mañana vienen nuevas pruebas y serán exigentes. El final de la película es incierto.

Las visiones

En el mercado todavía ven una tendencia alcista para el dólar. Así lo expresó un reporte del Citi al que accedió El Economista. “El dólar seguirá en alza, aunque la intervención suavizará la suba”, señaló el trabajo. Allí, los economistas de Citi, que calculan las reservas netas en US$ 22.000 millones, explican que la presión se mantendrá hasta que no se disipe el riesgo político, algo que luce difícil sino imposible. Además, advierte sobre la finitud de las intervenciones del BCRA, “que no son la panacea” y dice que el mercado se pondrá muy escéptico y desconfiado si el BCRA empieza a vender en dosis altas. Además, proyecta tasas de interés en alza: el martes cerraron en 73,930% y ya volvieron a los niveles del 1° de octubre, cuando arrancó el plan 0% de Sandleris.

Además, el informe dice que, si gana Cristina Kirchner, el dólar se irá hasta $70 mientras que se quedaría en $45 si gana Cambiemos y escalaría hasta $54 con un peronista moderado.

Por su parte, desde Delphos dijeron: “Un dólar en el viejo techo de la Zona de No Intervención (ZNI) lo sacaba definitivamente de carrera a Mauricio Macri por el daño adicional que suponía en la inflación. El nuevo régimen de intervención se traducirá en una menor volatilidad cambiaria y por ende en una eventual desacelaración de la inflación durante los meses de las elecciones. Este cambio se produjo tarde, y por ende se mantendrá la incertidumbre política en relación al posible regreso de Cristina, pero al menos le permitiría al Gobierno recuperar algunos puntos de imagen sino vuelven a errar en la implementación de las medidas cambiarias”.

“La decisión cayó por su propio peso ya que el viejo régimen de ZNI con tope no era sustentable técnicamente porque tendía a llevar a US$ 51,45 el valor de la divisa. La decisión de intervenir aporta la potencia necesaria para enfrentar dinámicas disruptivas y evitar depreciaciones bruscas, suprimiendo los incentivos para testear el nivel de referencia (?) Si el mundo emergente continúa operando bien, hasta junio podría esperarse un mercado cambiario más calmo. Un cambio de humor a nivel global, podría complicar la situación del peso”, concluyeron desde Delphos, que calculan las reservas netas en US$ 18.700 millones.

EL DATO

3,7%

Según el IPC Online de Bahía Blanca, los precios subieron 3,7% en abril

 

***

¿El final de la caída o un amague?

El martes, el Indec anunció que el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) avanzó 0,2% mensual en febrero. Más allá de una nueva caída interanual (dado que compara contra un buen primer trimestre de 2013), el dato mensual hilvanó tres subas consecutivas y, según algunos participantes del mercado, mostraría que la recesión estaría quedando detrás, tal como sugiere el Gobierno. “Las cifras de actividad de febrero aportaron nueva evidencia en favor de un piso de actividad en el trimestre diciembre-febrero. En concreto, el EMAE creció 0,2%, confirmando la estabilización del nivel de actividad y allanando el terreno para el inicio de un posible rebote”, dijo SBS. Sin embargo, el propio informe advirtió que “en marzo, la volatilidad financiera retornó y podría demorar la recuperación, especialmente si la incertidumbre política persiste”. No sólo las tasas comenzaron a subir sino que la inflación pegó un salto hasta 4,7%. En ese sentido, el IGA-OJF de Orlando Ferreres, que suele anticipar el EMAE, mostró una contracción de 0,7% mensual en marzo luego de tres meses de expansión y las propias estimaciones de SBS, y otras, muestra algo similar.

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