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Cruce de saludos antes del encuentro del 16 de enero

03 enero de 2019

El presidente Mauricio Macri no estuvo en la asunción de Jair Bolsonaro como primer mandatario brasileño, hecho que generó algunas controversias y sembró suspicacias. Pero confirmó el encuentro entre ambos, el miércoles 16, en Brasilia, y le envió un mensaje formal que reprodujo en las redes sociales. “Quiero enviarle mis mejores deseos en el día que asume como presidente de Brasil, país amigo y hermano. Confío en que nuestros gobiernos seguirán colaborando para la prosperidad de nuestros pueblos”. “Gracias por sus palabras, Presidente. Sin duda Brasil y Argentina van a caminar juntos en direcciones diferentes a las pasadas por los últimos gobiernos. ¡Un gran abrazo!”, fue la respuesta de Bolsonaro.

El Mandatario brasileño tuvo ayer su primer día de gestión y confirmó el giro conservador de su gobierno. Por caso, firmó una serie de decretos con los que estableció que el salario mínimo se ubique por debajo de la cifra estimada por su antecesor, Michel Temer. Además, excluyó a los colectivos de lesbianas, gays, bisexuales y trans de la lista de protección de los derechos humanos y habilitó que se avance sobre tierras en posesión de pueblos indígenas para que el uso agrícola. Desde Argentina, el Gobierno mira atento esos primeros movimientos, preocupado ante posibles decisiones unilaterales que puedan dejarlo mal parado, confiados en que el clima ideológico sea de neutro a positivo para anclar el debate político en territorio del centro a la derecha y relativamente optimista respecto de los trazos gruesos de las relaciones comerciales.

“Nos interesa que a Brasil le vaya bien porque si su economía crece ello tendrá un reflejo en la economía argentina”, dijo el canciller argentino Jorge Faurie, que representó a Macri en la ceremonia de asunción. El canciller prefirió no opinar sobre el llamado de Bolsonaro para “combatir la ideología de género” y pidió “aguardar a las medidas concretas”. Consideró que “los brasileños votaron a Bolsonaro por su propuesta de lucha contra la corrupción” y que “eso se reflejó claro en su asunción”.

Tras varios contactos telefónicos, durante la campaña y tras el triunfo en las urnas electrónicas de Brasil, Macri y Bolsonaro finalmente se verán las caras en Brasilia el miércoles 16, cuando ambos concreten la primera reunión bilateral. El objetivo de ese encuentro será analizar tanto el vínculo entre la Argentina y Brasil, así como también los temas concernientes al Mercosur y a la crisis humanitaria que enfrenta Venezuela. “Para empezar a trabajar juntos en esta nueva etapa”, había remarcado el Presidente en las últimas semanas. En términos de política exterior, Bolsonaro ayer dio otra señal de cierta contundencia. Recibió al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y le prometió que la época en que “los brasileños elegían a presidentes, que por alguna razón, eran enemigos” de Washington había terminado. “Es todo lo contrario: somos amigos”, acotó Bolsonaro frente a la prensa y el jefe de la diplomacia estadounidense le devolvió el gesto. “Estoy muy contento de que la relación entre nuestros dos países están al borde de comenzar a desarrollarse”, sostuvo Pompeo.

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