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Ecolatina: "El crecimiento 2019 no está asegurado"

El Gobierno apuesta a una recesión suave y breve, pero los privados tienen varias dudas

29 julio de 2018

El 2018 está perdido, lamentablemente. El calificativo remite a que, tan solo algunos meses atrás, el año pintaba como medianamente positivo (con crecimiento y desinflación) y permitía entusiasmarse con romper el “serrucho”, vigente desde 2011: crecimiento en los años impares (y electorales) y ajuste en los pares. Pero pasaron cosas.

Ahora, la apuesta es que el bajón sea lo más breve y superficial posible para, así, entrar a un año clave para Cambiemos con la economía ostentando una leve recuperación.

Sin embargo, hay algunas dudas entre los privados. ¿Qué motorizará esa recuperación si el Gobierno, en términos fiscales y monetarios, está atado de pies y manos?

En su informe dominical, Ecolatina recoge esa inquietud. “El crecimiento del año que viene no está garantizado. La economía argentina depende de un clima benigno en el campo, de un contexto internacional (comercial y financiero) favorable, y de la fortaleza electoral del oficialismo en pos de acotar la formación de activos externos privadas típicas de los años de elecciones”, dicen.

A su vez, Federico Muñoz habla de “un círculo vicioso perturbador”, que no hará más que agravare a medida que se acerquen las elecciones y las encuestas. Así lo explica: “Los inversores perciben el creciente riesgo político; la prima de riesgo país se mantiene elevada; se diluyen las perspectivas de una reactivación vigorosa; se oscurece el panorama electoral para el oficialismo y así, de regreso al principio, se consolida la desconfianza de los inversores. En definitiva, las perspectivas económicas de los próximos años dependerán en gran medida de la capacidad que demuestre el gobierno para romper este incómodo círculo antes de las elecciones”, señaló.

La visión oficial, decíamos, es otra. También lo expresó el ministro de Producción, Dante Sica, en diálogo con Clarín. “Somos muy optimistas con respecto a lo que viene. Esta caída va a ser más corta que en experiencias pasadas, vamos a terminar el año con mejores fundamentals en déficit fiscal y cuenta corriente y eso nos va a permitir construir con mayor solidez. Vemos hacia finales de año una recuperación. Ya estamos viendo proyectos de inversión en sectores durables. El año puede terminar todavía en términos positivos, con un crecimiento entre 0,5% y 1% del PIB”, dijo.

También hicieron lo propio Sebstián Galiani (ex N°2 de Nicolás Dujovne) y Martín Polo en un interesante post en Foco Económico, en el que rechazan que 2018 sea un año más del “serrucho”. Dicen: “Creemos que, aun cuando la economía pase por una recesión durante parte del año 2018 y retome el crecimiento en 2019, no sería correcto asimilar este stop a otro ciclo del proceso iniciado en 2012”. ¿Los motivos? Primero, “porque se salió de la represión cambiaria y se posee ahora un tipo de cambio flotante que permite absorber mejor los shocks reales suavizando el ciclo económico aun cuando estos impactan sobre el consumo” y, segundo, porque “se removió la represión financiera existente y la inversión se recuperó, ayudando a recuperar la infraestructura productiva, lo cual en el tiempo permitirá aumentar las exportaciones”. Según sus números, las exportaciones están creciendo 22% si se netea el complejo sojero, afectado por la sequía.

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