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“Macri, con este estilo, no nos va a poder disciplinar”

Entrevista a Antonio Bonfatti, Presidente del Partido Socialista.

25 julio de 2016

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, sorprendió la semana pasada al referirse, en dos ocasiones, a la “poca colaboración” del gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y al sostener que el Partido Socialista “se quedó con el chip de su relación con el kirchnerismo”. Antonio Bonfatti, ex gobernador de Santa Fe (2011-2015), actual presidente de la Cámara de Diputados de la provincia y titular del Partido Socialista analiza las declaraciones de Macri y del futuro del socialismo que enfrenta un año clave en las elecciones legislativas del 2017.

¿Cómo reaccionó frente a los dichos de Mauricio Macri y a qué los atribuye?

Fue una sorpresa enorme, porque la semana anterior la vicepresidenta de la Nación (Gabriela Michetti) había dicho precisamente que Miguel Lifschitz, el gobernador de Santa Fe, era un opositor pero respetuoso y constructivo. Después lo escuché al Presidente, el 9 de julio, hablando de la necesidad de terminar con las diferencias, con los blancos y negros a los que nos había llevado el gobierno anterior. Que era cuestión de sentarnos, dialogar y acordar. Por lo tanto, fue una sorpresa su reciente planteo, una cuestión que no condice con la realidad. Porque si hay alguien que, desde el primer día, ha caminado los pasillos de la Casa de Gobierno es Miguel, después de los cuatro años que pasé como gobernador, donde jamás fui recibido por la expresidenta. Por lo tanto, me parece totalmente fuera de lugar. Pero habrá que empezar a leer las segundas intenciones, porque después lo reiteró. Esto no quita que no vayamos a poner siempre el hombro por el país. Pero no nos va a disciplinar. Si él cree que ese es su estilo, capaz lo podrá hacer en otros lugares. No en Santa Fe.

El Presidente reiteró las acusaciones y declaró que, “quizá el Partido Socialista se quedó con el chip de su relación con el kirchnerismo”, y usted acaba de aclarar que jamás fue recibido por la ex presidente. ¿Qué cree que quiso decir?

La verdad que no se entiende. Ya tuvimos hace dos semanas atrás un embate similar con Elisa Carrió. Empiezo a pensar si esto no es parte de una estrategia para desmerecer al Frente Progresista en la provincia de Santa Fe. En términos políticos le vamos a contestar siempre políticamente, nunca con ataques personales.

En agosto se va a realizar un nuevo encuentro entre el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y los gobernadores, luego del acuerdo de Córdoba. ¿Cree que las declaraciones del Presidente van en esta línea?

También le diría que se haga responsable de las deudas que tiene la Nación con Santa Fe. Tal vez esto le esté molestando y sea una excusa para seguir dilatando los tiempos de poder reunirse y tomar una decisión al respecto, porque hasta ahora no sólo no se ha pagado un centavo, sino que siquiera se ha avanzado en definir el monto que le corresponde a la provincia.

¿Cómo cree que se ha manejado el Gobierno en su relación con las provincias?

Siempre hemos estado a favor de practicar el federalismo, en respetar lo que dice la ley de coparticipación y los recursos que responden a la participación automática, en donde debe haber una equidad en lo que responde a los territorios. Y, en esto, Santa Fe vaya si conoce lo que es haber sido discriminada. Durante ocho años. Tanto en la gestión de Hermes Binner como en la mía, no hemos recibido ni una sola vivienda, y apenas unos metros cuadrados de pavimento. Espero que no ocurra lo mismo ahora.

¿Los embates pueden estar relacionados con las elecciones del año próximo, y la alianza que a ustedes los une con el radicalismo a nivel provincial?

Es una posibilidad, pero me parece que se equivoca, no solamente en los tiempos, sino también en las formas. Un Presidente de la Nación me parece que no puede bajar al terreno de plantear las cosas como las ha planteado, desmerece la embestidura presidencial.

Como nuevo presidente del Partido Socialista, ¿cuáles son los objetivos que tiene a corto plazo?

Recorrer todas las provincias y convocar a sumar a todos aquellos argentinos que tienen para nosotros un primer requisito: la honestidad. Desde ahí conformar un frente de centroizquierda en el país que, creo, es lo que están demandando los argentinos en este momento.

El año que viene el PS debe renovar todas las bancas (cuatro) en la Cámara de Diputados de la Nación. ¿Qué estrategia imagina pensando en esa instancia?

Convocar o ser convocados. En esto estamos convencidos de que necesitamos reunir esfuerzos y fuerzas. Y que no hay partido que por sí solo pueda dar cuenta de la complejidad del país, por lo tanto convocamos, o esperamos ser convocados, por sectores de la sociedad civil, por instituciones y organizaciones, sindicatos, aquellos provenientes del campo político que entiendan que es necesario construir un espacio que dé cuenta de la inclusión de la mayoría de los argentinos, no solo en los derechos sino también en la economía para el desarrollo.

¿Descarta alianzas más amplias?

No, para nada. De ninguna manera, al contrario. Los partidos clásicos hoy ya no existen, por eso no descarto a nadie. Obviamente si a la derecha. Pero hablo también de sectores sociales, organizaciones, sindicatos y personas en forma individual.

Margarita Stolbizer, aliada del PS dentro del Frente Amplio Progresista, se ha mostrado cerca de Sergio Massa y del Frente Renovador en el marco legislativo. ¿Qué le parece ese rumbo?

Hemos conversado con Margarita y respetamos su decisión, que en algunas cuestiones tiene que ver con lo legislativo. De cualquier manera, no hay ninguna definición en cuanto a frentes electorales.

¿Se imagina compartiendo espacio, en lo que se conoce como “avenida del medio”, con figuras como Massa?

No, desde ya le digo que no. No me lo imagino.

El peronismo en Santa Fe está definiendo su destino con una fuerte interna. ¿El PS a esa pelea la ve de afuera o no descarta cercanías con algunos sectores?

Con algunos actores sí descartamos, pero no con sectores que pertenezcan a un partido como el peronismo que también viene del campo popular. Con muchos de ellos tenemos y compartimos espacios en la legislatura o, desde el análisis político, a veces tenemos coincidencias.

Distinto es imaginarlo en un escenario electoral.

No, no descarto nada. Desde el campo popular hay muchos sectores del peronismo con el cual tenemos coincidencias. Tampoco lo descarto desde el punto de vista electoral. Si con algunos actores que han sido referentes y han dado testimonios y fidelidad a un proyecto que no compartimos, me estoy refiriendo al kirchnerismo en su expresión más dura.

¿Pudo hablar con el presidente de la UCR, José Corral, después de los dichos de Macri?

No, he estado viajando, no lo he visto.

¿Su relación es buena?

Si, una relación cordial luego de veintiún años de compartir el mismo espacio en la provincia.

Por último, ¿qué balance hace hasta ahora, del gobierno de Cambiemos?

He sido prudente en darle tiempo a un Presidente que ingresa al ejercicio del mandato presidencial. He dicho que es un Presidente que ha convocado al diálogo, más allá de las respuestas, alguien que se ha equivocado pero ha dado marcha atrás, y en temas que nos parece no menores como la designación de los jueces de la Corte. Sí estoy preocupado por el rumbo de la economía y algunas decisiones que ha tomado que nos parece totalmente negativas. El hecho de perdonar las retenciones a las empresas mineras multinacionales no tiene ningún tipo de explicación. Estamos hablando de $50 mil millones. Y también me refiero al tarifazo, una cosa donde hasta el propio Macri comete un error no solamente al realizarlo sino en decir después que fue gradual. He estado ayer en una de las ciudades que tal vez mayor valor agregado aporta al país, como Rafaela, en reunión con empresarios y socios de la industria que nos contaban cifras que realmente alarman. El Presidente dice que esto va a cambiar, pero si sigue con este rumbo se equivoca.

¿Estas situaciones a las que se ha llegado son causa de la herencia recibida o a mérito del actual gobierno?

Obviamente que hay cuestiones de herencia, como la inflación, pero se ha profundizado, y ha tomado medidas totalmente al sentido contrario a la que se requerían.

¿Se puede remontar?

Si cambia el rumbo, sí.

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