Finalmente hubo fumata blanca, alumbrando un acuerdo automotriz a cuatro años con Brasil, algo inesperado y fuera de agenda hasta que se logró el acuerdo el sábado pasado. En los últimos años, cada vez que se acercaba el fin del acuerdo en junio, y ante la falta de alternativas atractivas para ambas delegaciones, finalmente se optaba por prorrogar el acuerdo anterior, para evitar males mayores.
Con el resultado alcanzado, y frente a las presiones que venía ejerciendo Brasil desde comienzos de año, el Gobierno argentino se anotó una victoria en la pulseada, con un resultado que resguarda a las terminales locales de una avalancha de productos importados, y prepara el terreno a mediano plazo para que las industrias automotrices de ambos países sostengan su ritmo de inversiones y trabajen en tandem para ganar terceros mercados.
Luego de dos días de deliberaciones el 23 y 24 de junio en Brasilia, el Comité Automotor Brasil-Argentina arribó a un acuerdo mutuamente conveniente. “Las negociaciones de las condiciones para el comercio del sector automotor entre los dos países, prevén una agenda de trabajo con vistas a una integración productiva y un comercio equilibrado, que posibilite el comercio libre en el año 2020”, señala un comunicado emitido por el Ministerio de Producción, que conduce Francisco Cabrera.
Liberalización
Como parte del acuerdo, se generó el marco para el desarrollo de inversión y empleo en el sector automotor en la Argentina, consideraron fuentes gubernamentales. El punto más relevante es que a partir de 2020 se liberaliza completamente el intercambio sectorial entre los dos países, una posición largamente buscada por Brasil. De ahora y hasta la fecha fijada para la apertura del comercio bilateral, estará vigente un esquema que, según lo acordado, “establece que la relación entre el valor de las importaciones y exportaciones entre las partes, sobre productos administrados, tenga en cuenta un coeficiente de desviación de las exportaciones ?flex? de no más de 1,5 en el período de cinco años (07/01/2015 a 30/06/2020)”.
Será entonces, a partir del 1ro. de julio 2019, y “si se cumplen las condiciones para la profundización de la integración productiva y el desarrollo equilibrado de las estructuras productivas y el comercio de ambos países, el flex en el sector del automóvil llegaría a 1,7 previo acuerdo entre las partes”. En rigor, el flex se aplica para cualesquiera de los países, esto es, que ambas naciones pueden exportar hasta un 50% de lo que importa desde el otro mercado. Pero en la práctica y dadas las condiciones de competitividad de los sectores automotrices, es la industria brasileña la que tiene mayor volumen de exportaciones.
Inversiones, mon amour
En diálogo con la agencia Télam, el secretario de Industria, Martín Etchegoyen, aseguró que el acuerdo automotriz alcanzado con Brasil “fue equilibrado para las partes y permitirá inversiones a la Argentina”. El funcionario consideró que acuerdo histórico “involucra al 50% del comercio total” entre ambos países.
Etchegoyen no arriesgó una cifra oficial de inversiones, pero en el sector estiman que en los próximos años el flujo de capitales hacia la industria podría llegar a un pico de al menos US$ 1.200 millones, afirma Télam.
El punto clave es que según los últimos datos, el déficit comercial de Argentina con Brasil alcanzó en el primer cuatrimestre del año los US$ 1.388 millones, según los datos oficiales brasileños. Es un saldo negativo que triplica el monto alcanzado en el mismo período de 2015.
El secretario de Industria aseguró que “se va establecer un cronograma para analizar inversiones, comercio, planes de incentivos, y negociaciones con terceros países” con lo que tenga que ver con el sector automotor, adelantó que “uno de los objetivos del Gobierno es el desarrollo del sector autopartista en la Argentina”.
