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Modernizar la afiliación partidaria: una necesidad urgente para fortalecer nuestra democracia

Es hora de que la política se modernice, no solo en sus discursos, sino en sus prácticas, y que volvamos a conectar con los ciudadanos de manera genuina y efectiva.

Es esencial que las instituciones democráticas se adapten a los cambios sociales, políticos y tecnológicos.
Es esencial que las instituciones democráticas se adapten a los cambios sociales, políticos y tecnológicos.
Sofía Brambilla 26 agosto de 2024

La democracia es un sistema en constante evolución, y para que se mantenga representativa y fuerte, es esencial que sus instituciones se adapten a los cambios sociales, políticos y tecnológicos. En nuestro país, uno de los procesos fundamentales para la participación ciudadana y la vida democrática es la afiliación a los partidos políticos. 

Sin embargo, el sistema actual se ha vuelto obsoleto, poco transparente y, en muchos casos, ineficaz. 

En parte, porque la ley que rige la vida de los partidos políticos, la Ley N°23.298 data del año 1985, es decir, que en sus casi 40 años de vigencia no se ha modificado para adaptarse a las nuevas realidades. 

Es por esta razón que he presentado un proyecto de ley para modernizar el proceso de afiliación a los partidos políticos, con el objetivo de hacerlo más accesible, transparente y acorde a los desafíos contemporáneos.

El sistema vigente de afiliación enfrenta múltiples problemas que deben ser urgentemente abordados. Por un lado, el proceso es innecesariamente burocrático, lo que desincentiva a muchos ciudadanos a participar activamente en la vida política.

Para ilustrar el tema, el actual proceso exige al interesado en afiliarse, que complete 4 fichas en papel, donde su firma debe estar certificada por un miembro del partido designado legalmente en ese sentido; que entregue una fotocopia a color de su DNI, junto a una nota de renuncia firmada a cualquier afiliación existente hasta el momento (sin saber si se encuentra afiliado, y a cuál partido, pero por las dudas, se pide la nota firmada). 

Luego de completar, firmar y certificar su firma en las 4 fichas, más la nota de renuncia y la copia color del DNI, deben llegar al apoderado del partido que tiene que escanear la ficha, la nota y el DNI; asistir a la secretaria electoral, presentar el archivo con la documentación escaneada. 

Si la documentación presentara algún error en su confección, son rechazadas por la Secretaría Electoral, sin informar al apoderado cuales han tenido alguna objeción, y solamente al revisar el padrón (que solo se le entrega al apoderado del partido cada tanto) podrían notar cuáles afiliaciones no se han registrado, el interesado debe volver a realizar todo el procedimiento. Esto, por supuesto, termina desincentivando a cualquiera.

Por otro lado, la afiliación, que debería ser un acto voluntario y consciente, a menudo se ve empañada por prácticas cuestionables, como la afiliación sin consentimiento o la manipulación de padrones. Estas irregularidades no solo minan la confianza en los partidos políticos, sino que también socavan la legitimidad de nuestras instituciones democráticas.

Peor aún, el actual esquema de afiliación no ha logrado reducir la fragmentación partidaria. Por el contrario, desde la implementación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en el año 2011, hemos visto un incremento en la cantidad de partidos políticos (año 2011: 491 partidos, año 2023: 705 partidos) en lugar de una consolidación de los mismos. Este fenómeno, lejos de fortalecer nuestro sistema político, lo debilita. 

Las PASO, diseñadas para depurar la oferta electoral y fortalecer las estructuras partidarias, han tenido un efecto paradójico: han incentivado la creación de múltiples partidos menores, muchos de los cuales no tienen una estructura ni una base de apoyo real, sino que operan como vehículos coyunturales sin un proyecto político sostenido en el tiempo.

Ante este contexto, mi proyecto de ley propone una modernización integral del proceso de afiliación a los partidos políticos, centrada en la digitalización del mismo. 

Este cambio no solo busca simplificar el trámite, haciéndolo accesible para todos los ciudadanos desde cualquier punto del país, sino también garantizar que las afiliaciones sean voluntarias y verificables. 

Una plataforma en línea segura (podría ser la app Mi Argentina), permitiría a los ciudadanos afiliarse de manera rápida y sencilla, asegurando que sus datos estén protegidos y que cada afiliación sea auténtica.

La digitalización del proceso también permitiría un mayor control y auditoría de las afiliaciones, algo crucial para evitar las irregularidades que han caracterizado al sistema actual. Además, se podrían realizar auditorías periódicas de los padrones partidarios, cuyos resultados podrían ser publicados para garantizar la transparencia. 

Con estas medidas, no solo se promueve la confianza en los partidos políticos, sino que también se contribuye a una mayor depuración y fortalecimiento de las estructuras partidarias, evitando la proliferación de partidos con "sellos de goma", como se los conoce.

Modernizar el proceso de afiliación es un paso necesario para adaptar nuestras instituciones a las demandas de una sociedad que exige más transparencia, participación real y una oferta política que refleje auténticos proyectos de país, en lugar de la atomización de fuerzas que solo debilitan nuestra democracia. 

Es hora de que la política se modernice, no solo en sus discursos, sino en sus prácticas, y que volvamos a conectar con los ciudadanos de manera genuina y efectiva.

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