¿Victoria Villarruel es peronista? Este debate sirve como telón de fondo para la posibilidad de un juicio político a Javier Milei.
Durante la última semana, la expresidenta Cristina Fernández y el presidente del bloque de Unión por la Patria en el Senado, José Mayans, se enfrentaron en un intento por encasillar ideológicamente a la vicepresidenta. Sin embargo, cada declaración encubrió un posicionamiento respecto al escenario de un juicio político al presidente.
El punto de inicio del conflicto fue la votación de la reforma jubilatoria en el Senado: el proyecto obtuvo 61 votos a favor y 8 en contra. El apoyo del PRO fue el factor que permitió que la movilidad jubilatoria se aprobara por más de dos tercios.
Esta mayoría impactó en el presidente, quien habría mencionado la posibilidad de un juicio político en su contra en una reunión con economistas el jueves pasado, según reveló el periodista Pablo Ibáñez en Cenital.
En un comunicado oficial, la Oficina del Presidente anunció el veto de la reciente reforma: "El Presidente Javier Milei, tal cual se comprometió con los argentinos, vetará el proyecto aprobado hoy por el Congreso de la Nación que tiene como único objetivo destruir el programa económico del Gobierno".
A pesar del apoyo del PRO al proyecto, Mauricio Macri y el propio partido comunicaron que respaldarán el veto del presidente. El expresidente sentenció en X: "Por el bienestar de nuestros jubilados y los nietos de los jubilados, apoyo el veto del presidente Milei".
La contradicción entre el voto en la Cámara Alta y el apoyo al veto del mismo proyecto, siembra la duda de si el respaldo de los senadores del PRO fue un mensaje para demostrarle a Milei que el Senado es capaz de reunir los dos tercios necesarios para destituirlo mediante un juicio político.
A raíz de los rumores, el senador Mayans declaró en una entrevista para Radio Con Vos que no descarta un juicio político, ya que el presidente "es una persona que está demostrando que tiene una inconsistencia que está para el psiquiátrico". Además, al ser consultado sobre Villarruel, sugirió que la vice tendría más afinidad con el peronismo que con Milei. La conexión entre la presidenta del Senado y el peronismo se basaría en el nacionalismo que ambas partes defienden.
La búsqueda de acercamiento de Mayans a la presidenta del Senado se evidenció en el debate sobre la reforma jubilatoria días atrás. En esa ocasión, Mayans afirmó: "Milei es un pobrecito. Es un jamoncito, diría la vicepresidenta", haciendo alusión a la expresión que había utilizado Villarruel para describir la posición de Milei en el conflicto entre ella y la hermana del presidente. La vice se rió y le respondió: "Gracias Mayans por traerme a colación. Un amigo". A lo que el senador añadió: "Tenemos que profundizar la amistad".
Tras las declaraciones de Mayans, Cristina respondió de manera determinante en X: "Pericia psiquiátrica les vamos a pedir a los que dicen que Villarruel es peronista". De esta forma, no solo se posicionó sobre la vice, sino que también descartó la posibilidad de una destitución de Milei.
Mayans prolongó el conflicto en una entrevista para Radio 10, en la que cuestionó: "¿Qué hacemos con los que pusieron a Alberto de presidente del partido? ¿Los mandamos también al psiquiátrico?".
Ahora bien, ¿es factible un juicio político a Milei? La normativa establece que la Cámara de Diputados debe acusar al funcionario con una mayoría de dos tercios de los presentes, y luego el Senado lo juzga con la misma mayoría. El aparente apriete de Macri demostró que el PRO tiene la llave para destituir al presidente y que, si es por los números, podría hacerlo.
Sin embargo, el juicio político es una herramienta poco utilizada en Argentina, y los mandatos presidenciales incumplidos son un temor latente para el país. Pese a estos factores, el juicio político no debería verse como un instrumento peligroso.
Esta herramienta permite destituir presidentes sin poner en riesgo la democracia, marcando una ruptura con el pasado, como explica el politólogo argentino Aníbal Pérez Liñán en su libro Juicio político al presidente y nueva inestabilidad política en América Latina.
Teniendo en cuenta estos aspectos, el juicio político parece ser más una estrategia de presión de Macri sobre Milei que una posibilidad real. Mientras tanto, parte del peronismo aprovecha para acercarse a Villarruel, intentando allanar el camino hacia la destitución del presidente y fortalecer su vínculo con quien obtendría el premio en caso de que esa destitución -hoy improbable y lejana- se concretara. Al final, Villarruel se convirtió en el jamoncito de la interna peronista.
