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El DNU del antes y después

La actual administración pretende mejorar la calidad de vida de los ciudadanos haciendo una reducción del Estado y la burocracia.

Javier Milei es el primer economista en llegar a la Presidencia.
Javier Milei es el primer economista en llegar a la Presidencia.
Nicolás Emma 22 diciembre de 2023

Un DNU es un decreto de necesidad y urgencia. Es una herramienta legislativa, establecida en el artículo 99, inciso 3 de la Constitución Nacional, luego de su última reforma en el año 1994.

Estas normas tienen alcance general con rango de ley. Son dictadas por el Poder Ejecutivo en ejercicio de un apoderamiento constitucional, sobre materias legislativas, sin autorización previa del parlamento

El DNU le permite al Presidente legislar en situaciones excepcionales.

El pasado 21 de diciembre, el presidente electo, Javier Milei, envió para su publicación en el Boletín Oficial, los 366 artículos que contiene el DNU, expuesto de manera explícita por cadena nacional y en conjunto con todo su equipo.

El contenido del mismo reviste la ineludible urgencia para un país hundido en la miseria, como resultado de largas décadas de políticos irresponsables que, de espaldas al soberano, se alejaron de las funciones específicas del Estado

Traicionando el mandato de la democracia, la política se dedicó a corromper el sentido del monopolio de la fuerza, sometiendo al ciudadano a controles absurdos y discrecionales, permisos, regulaciones opresivas y gravámenes expropiatorios. Actualmente, son 166 los tributos que pesan sobre cualquier posesión o actividad en nuestro país. Limitando de esta manera cualquier accionar de orden privado.  

Esta decisión ejecutiva, que está amparada por la Constitución Nacional, pretende devolverle la autonomía individual al ciudadano y volver, así, a los principios de igualdad ante la ley, como también el respeto a los derechos individuales, tales como la vida, la libertad y la propiedad privada

Completa el cuadro de la alarmante situación, la obsesiva toma de deuda del Estado que no ha hecho más que recargar aún más las espaldas de todos los argentinos, además del crónico, agobiante, injusto y distorsivo lastre de la estafa inflacionaria. 

El primer artículo del DNU declara la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria, y social, teniendo como plazo el 31 de diciembre del 2025. Fecha en la que, la actual administración del presidente Milei y todo su equipo, entienden como plazo para la restauración nacional, al menos para una primera etapa.

La actual administración pretende mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, bajando el gasto público, transformando subsidios en trabajo privado, haciendo una reducción del estado y la burocracia inserta a la que, por desgracia, ya estamos acostumbrados.

Qué otra necesidad y urgencia puede tener un país, cuando la mitad de la población está por debajo de la línea de pobreza, la salud, y la niñez está en un absoluto colapso y en materia educativa, algo que nos expone como la vergüenza de la región.

De cada 10 personas menores de edad, al menos 6 no tienen posibilidad alguna de una alimentación digna. 

"Ningún gobierno federal ha recibido una herencia institucional, económica y social peor que la que recibió la actual administración, por lo que es imprescindible adoptar medidas que permitan superar la situación de emergencia creada...".Así versa el DNU en su prefacio.

No hay salida a la prosperidad con un Estado que se convirtió en una máquina devoradora de sueños y patrimonio del sector privado.

Frente a esta situación extenuante y agobiante para la sociedad toda, nuestro país requiere hacer un cambio de 180° de manera inmediata e inaplazable. 

Durante muchos años la política ha insistido en hacer lo conveniente para los propios intereses de sus gobernantes, en lugar de hacer lo que corresponde hacer para sacar adelante al país. 

Tenemos frente a nosotros un cambio de modelo de país. Mejores posibilidades para todos por igual. Crecimiento y expansión económica que brindarán una mejora social, cultural y educativa.

Debemos recuperar la fuerza productiva del sector privado que es el único capaz de generar riqueza y mejorar la productividad, permitiendo así, llegar a tener salarios dignos en términos reales y el consecuente bienestar general. 

De los 40 años que llevamos de democracia, los últimos 20 estuvieron bajo el velo de gestiones con desmedido afán egoísta, muy lejos del crecimiento como nación. 

El mundo espera con ansias nuestro crecimiento porque somos un país extenso y con múltiples posibilidades de desarrollo. 

Una nueva Argentina está naciendo. Démosle paso a que así sea.

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