El déficit comercial de Estados Unidos volvió a incrementarse y llegó a US$ 73.300 millones en agosto, US$ 3.000 millones más que en julio. Se trató del mayor desequilibrio registrado en un mes hasta ahora.
El resultado fue consecuencia de un aumento de 1,4% en las importaciones que alcanzaron a US$ 287.000 millones, un monto 14% superior al previo a la pandemia, mientras que las exportaciones solo crecieron el 0,5% hasta 213.700 millones, un cifra similar al récord alcanzado en mayo de 2018.
A su vez, el políticamente sensible déficit con China subió 12% en agosto hasta US$ 28.100 millones.
La demanda de los consumidores está creciendo y se vuelca también sobre los productos importados. Los analistas estiman que la suba de déficit es consecuencia de que la economía estadounidense se recuperó antes que la de sus socios comerciales, pero a medida que vayan normalizando sus niveles de actividad, importarán más y se reducirá el desequilibrio. De todas maneras, Estados Unidos seguirá teniendo déficits muy elevados como los de las últimas décadas más allá de los niveles de actividad y el valor del dólar porque obedece a un factor estructural y es que su economía consume más de lo que produce con relación a todas las demás.
A nivel global, se observan algunas distorsiones como consecuencia de la escasez de algunos insumos, pero a pesar de ello, la OMC destaca que la expansión del comercio continuará. Como en otros temas, también se observarán diferencias con las exportaciones de Asia creciendo al doble que las de Estados Unidos y Europa.
