Los gastos de los consumidores en Estados Unidos ajustados por inflación cayeron 0,4% en mayo, lo que constituye una nueva señal de que la economía se desacelera porque el consumo es el principal motor de la actividad.
Por otra parte, el Índice de Precios de los Gastos en Consumos Personales subieron 6,3% anual en abril, el mismo porcentaje de mayo mientras que en términos intermensuales pasó de 0,2% a 0,6%.
La noticia más positiva es la leve caída en la inflación núcleo de 4,9% a 4,7%, el menor registro desde diciembre. Se trata de la medida de inflación que tima en cuenta la Reserva Federal para definir su política monetaria y por lo tanto el mercado le otorga mucha importancia. Suele ser inferior al índice de precios al consumidor que en mayo tuvo un incremento de 8,6% anual. El 13 de junio se conocerá el de junio que será el último previo a la reunión de la Fed prevista para los días 26 y 27 de julio.
La reacción inicial de los mercados a los datos fue negativa porque la baja del consumo podría anticipar una recesión que es en este momento es el tema de mayor preocupación. El propio Jerome Powell reconoció que la política monetaria necesaria para controlar la inflación implica riesgos para el nivel de actividad.
A su vez en la semana que concluyó el sábado 25 se presentaron 231.000 pedidos iniciales de subsidios por desempleo, 2.000 menos que en la previa. Se trata de niveles bajos que ratifican que el mercado de trabajo sigue sólido a pesar de la desaceleración de la actividad económica.
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