La tasa de desempleo bajó en Estados Unidos del 4,2% en noviembre al 3,9% en diciembre. De todas maneras, la variante Omicron se hizo sentir parcialmente y se crearon 199.000 empleos, por debajo de lo que esperaban los analistas. En este momento hay 6.400.000 empleos más que a fines de 2020, pero todavía 3.600.000 menos que antes de la pandemia. La tasa de actividad tampoco logró recuperar los niveles previos y se ubicó en el 61,9% en el último mes de 2021.
El mercado de trabajo está muy ajustado porque lo abandonaron muchas personas y a las empresas les cuesta cubrir las vacantes. En ese contexto, no sorprende que los salarios hayan crecido 4,7% con relación a un año atrás. Todos estos datos contribuyen a fortalecer la posibilidad de que la Reserva Federal suba la tasa de interés tan pronto como en su reunión prevista para marzo.
A su vez, en la zona euro, la inflación habría sido de 5%, superando el 4,9% de noviembre. La suba de los alimentos explicó ese comportamiento que sorprendió a los analistas. A pesar de este dato, el mercado no espera cambios en la política monetaria ni subas de la tasa de interés. Según Christine Lagarde, la tasa de inflación irá bajando durante 2022 para ubicarse debajo de la meta de 2% en 2023. Como la Fed subiría la tasa de interés en tres oportunidades este año, los analistas estiman que el dólar se fortalecerá frente al euro, en particular en la primera parte del año.
También en México se conoció el índice de precios al consumidor de diciembre que tuvo un alza de 0,36% y cerró el año en 7,36%, su registro más alto en 21 años y muy lejos de la meta del Banco de México que es de 3% anual.
