Las minutas del Banco Central de Brasil (BCB) dijeron ayer que la inflación continúa demasiado elevada como para que el organismo que dirige Alexandre Tombini evalúe una reducción de la tasa de interés Selic, actualmente en 14,25%.
Con respecto a la inflación, las actas dijeron que sus previsiones se redujeron tanto para este año como para 2017, con un ritmo de precios que superaría la meta de 4,5% en 2016 pero se ubicaría “alrededor” de esa tasa el año que viene.
El ritmo de incremento del índice de precios al consumidor bajó en marzo a 9,39%. Si bien fue el mínimo en nueve meses, aún continúa en niveles muy problemáticos para la economía brasileña, que atraviesa una recesión histórica.
El Comité de Política Monetaria del BCB también hizo una alusión poco frecuente a la frágil situación presupuestaria. “Las indefiniciones y alteraciones significativas en la trayectoria de generación de resultados primarios (...) contribuyen a acentuar la percepción negativa sobre el ambiente macroeconómico”, advirtió.
El banco Itaú dio a conocer ayer un informe en el que proyectó un déficit fiscal primario de 1,7% del PIB este año. Este fuerte saldo negativo, impulsado por el alto gasto público, está en el centro de las preocupaciones de los inversores.
Los financistas esperan que el vicepresidente Michel Temer tome medidas para resolver el exceso del presupuesto cuando, previsiblemente, asuma la Presidencia en caso de que proceda el juicio político contra Dilma.
