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El “tigre sudamericano” crecerá 4% en 2017

30 noviembre de 2016

En 2016, según el FMI, el PIB de Perú crecerá 3,7% y 4,1% en 2016. Según el Gobierno, la expansión en 2017 podría llegar hasta 4,8% o incluso más. El país andino, además, fue uno de los que más creció en los 2000. Hoy, es el que más crece en una región que oscila entre el estancamiento y el crecimiento bajo. Y, además, con una inflación que no supera el 3%. “Siempre soy optimista con la economía de Perú”, dijo Christine Lagarde, N°1 del FMI, en su reciente paso por Lima. Algunos hablan del “milagro peruano” y/o del “tigre sudamericano”.

En una reciente entrevista con el blog Foco Económico, Luis Miguel Castilla Rubio, uno de los economistas más respetados de Perú, mencionó la clave del éxito peruano. “Haber logrado que el modelo económico que rige al Perú desde la década de los noventa, y que tantos frutos ha dado, haya perdurado en el tiempo, consolidando tres aspectos clave: el mantenimiento de fundamentos macroeconómicos sólidos, la profundización de la apertura comercial y la creación de las condiciones propicias para la inversión privada”, dijo quien fuera viceministro de Hacienda y con Alan García y ministro de Economía y Finanzas con Ollanta Humala.

Castilla Rubio menciona el énfasis especial en la importancia de la inclusión social y en acortar las brechas, especialmente entre las áreas urbanas y rurales. “La política social ha progresado al tener un manejo técnico y no clientelar, y el foco se ha acentuado en cerrar las brechas de cantidad y calidad en el capital humano y físico”, sostiene. Y eso, agrega, se ha logrado sin afectar la solvencia y credibilidad del manejo fiscal y económico del país.

El fin del boom de las materias primas implicó el desafío “y la necesidad de tener una visión y estrategia de diversificación productiva basada en mejoras en la productividad, la reducción de los costos de transacción que muchas veces el Estado impone a los ciudadanos y las empresas, y la adopción de asociaciones público-privadas para identificar cuellos de botellas y cerrar brechas en la acumulación de capital físico y humano”. Perú es el segundo mayor productor mundial de plata, tercero de cobre y quinto de oro.

Los desafíos

Entre los desafíos, Lagarde hace hincapié en promover una mayor inclusión financiera, como un medio para reducir la pobreza y la desigualdad; acelerar la reforma educacional y aumentar la inversión en los sistemas de transporte, telecomunicaciones, energía, agua y saneamiento.

Según Castilla Rubio, los principales retos que enfrenta el país son políticos e institucionales. “En el frente económico, el principal reto en el corto plazo es llevar adelante una consolidación fiscal gradual sin afectar la recuperación de la demanda interna. Un segundo reto es continuar con la simplificación administrativa y desregulación que permita acelerar el ritmo de expansión de la inversión privada. Asimismo, lograr la concreción de importantes proyectos mineros, pese al entorno más desafiante tanto en materia de rentabilidad como en la necesidad de enfrentar la conflictividad social asociada a estos proyectos extractivos. Un reto no menos importante es brindar servicios básicos de calidad a la población (especialmente en materia de seguridad, educación y salud), lo cual dependerá del avance que se logre en la modernización del Estado peruano y las mejoras que se alcancen en el proceso de descentralización”, dice.

En el mediano plazo, “Perú debe mejorar sus niveles de productividad para lograr una mayor formalización de su fuerza laboral así como también lograr una mayor diversificación productiva apalancada sobre la base de sus recursos naturales, y mejorar la institucionalidad, incluyendo una lucha más efectiva contra la corrupción y un sistema político más representativo de la sociedad peruana y más transparente”.

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