La economía estadounidense ayer continuó mostrando signos de recuperación del bache del comienzo del año, con una aceleración de la actividad de los servicios y un avance de los pedidos de bienes duraderos. Ante estas señales optimistas para el segundo trimestre, que apuntalan la perspectiva de una suba de la tasa de la Reserva Federal, los mercados financieros mantuvieron el tono precavido de los últimos días.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM, por sus siglas en inglés), dijo que su índice no manufacturero se elevó 1,2 puntos porcentuales en abril, a 55,7. Las lecturas superiores a 50 marcan expansión de la actividad de los servicios, que el mes pasado fue impulsada por un incremento de 3,2 puntos porcentuales en los nuevos pedidos. El subíndice del empleo avanzó a 53,0 desde 50,3 en marzo. Aparte, el Departamento de Comercio dijo que los nuevos pedidos de bienes de fábrica se incrementaron 1,1% tras el declive revisado a la baja de 1,9% en febrero. Los envíos y los inventarios crecieron después de ocho meses consecutivos de bajas.
Aparte, las órdenes de bienes de capital sin contar defensa ni aviones ?consideradas una “proxy” de la inversión? crecieron 0,1% en marzo, contra una lectura plana en la estimación previa para el mismo mes.
El Departamento dijo además que el déficit comercial de Estados Unidos cayó 13,9% en marzo a U$S 40.400 millones, la menor brecha desde febrero del año pasado. Las importaciones descendieron más que las exportaciones, que podrían mostrar crecimiento nuevamente debido a la reciente caída del dólar. Tras este dato, algunos analistas revisaron levemente al alza sus estimaciones de la expansión económica del primer trimestre.La primera lectura oficial para el período enero-marzo arrojó un incremento muy leve de 0,5%. Pero todavía faltan las otras dos mediciones programadas del PIB del primer trimestre, que según Goldman Sachs se ubicaría en un avance de 0,8%. Aún así, el banco de inversión dejó sin cambios su estimación para el trimestre en curso, de una expansión de 2,3%.
Por otro lado, la firma de liquidación de sueldos ADP publicó unos datos desfavorables del mercado de trabajo, pero los propios analistas que elaboran el reporte les restaron importancia por considerarlos una posible anomalía en un panorama laboral que sigue sólido. Según el informe, las nóminas del sector privado aumentaron en 156.000 el mes pasado, el menor incremento desde 2013.
“El sondeo de ADP (...) respalda nuestra predicción de que las cifras oficiales de nóminas no agrícolas mostrarán una desaceleración a 170.000. El crecimiento del empleo no puede continuar por encima de 200.000 por mes, cuando el mercado laboral se aproxima al pleno empleo”, dijo un informe de Capital Economics. El reporte del gobierno sobre la evolución del mercado laboral en abril se conocerá el viernes.
Los mercados de acciones, bonos y monedas operaron con prudencia, en contraste con las subas sostenidas que registraron durante los tres meses en los que la jefa de la Fed, Janet Yellen, aplazó el ajuste monetario que comenzó en diciembre con el primer aumento de tasas en casi una década. Los agentes financieros bajaron un cambio cuando el banco central se mostró más confiado el mes pasado con respecto a la economía estadounidense.
Las expectativas de un incremento de los fed funds crecieron e incluso se empezó a hablar de un pronto movimiento, tal vez en junio. La probabilidad de un alza ese mes es de 13% y las chances solo superan el 50% recién para diciembre. Sin embargo, las posibilidades para todos los meses aumentaron unos 10 puntos porcentuales, en reflejo de las mayores expectativas del ajuste monetario para este año.
