El carácter de principal socio comercial, la proximidad geográfica, el rol del país vecino en la integración en el Mercosur y la importancia de la economía en la región hizo que la destitución de Dilma Rousseff por parte del Congreso brasileño de ayer no pasase inadvertida.
La Cancillería local, en un comunicado, expresó que “respeta el proceso institucional en el hermano país”, a la vez que reafirmó “su voluntad de continuar por el camino de una real integración en el marco del respeto absoluto por las instituciones democráticas”. Por su parte, la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, que preside Elisa Carrió, emitió dictamen en el mismo sentido con el respaldo del oficialismo, el Bloque Justicialista y el GEN, en tanto que el Frente para la Victoria-PJ manifestó sus disidencias.
A su vez, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó en su cuenta de twitter que “se consumó en Brasil el golpe institucional” y agregó que esto representa una “nueva forma de violentar la soberanía popular”. La exmandataria se refirió así a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff por parte del Senado de ese país. Al respecto, Cristina escribió: “Nuestro corazón junto al pueblo brasileño. Dilma, Lula y los compañeros del PT”, sigla del Partido de los Trabajadores fundado por el ex presidente Luiz Lula da Silva.
