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¿Cuánto mide Jerome Powell?

La inflación marcó 5,4% en junio y julio. El IPC tomó un peso en el debate público que no es usual en EE.UU. En mayo hubo un pico histórico de búsquedas de “inflation” en Google.

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26 agosto de 2021

Por Rafael Aguilar (*)

Cuando Donald Trump nominó a Jerome Powell al frente de la Fed en noviembre de 2017, se viralizó una viñeta que jugaba con la estatura de banqueros centrales previos y la tasa Fed Funds. Paul Volcker, que superaba los 2 metros, la elevó hasta 19% a principios de los '80 para terminar con la estanflación.

Luego del crash de 1987, Alan Greenspan (1,80 metros) la relajó hasta 4,8% promedio entre 1987 y 2006. En respuesta a la crisis financiera de 2008, su sucesor Ben Bernanke (1,72 metros) la llevó debajo de 1% de manera sostenida. A Janet Yellen le tocó ajustar tasas a partir de 2014, pero el promedio de 0,43% durante su mandato condice con su menor estatura. El remate del chiste era que con el desempleo entonces en 4,1%, niveles precrisis, los 1,82 metros de Powell auguraban otro ciclo de suba de tasas.

Inicialmente se cumplió, con un aumento de un punto a lo largo de 2018 que Argentina pagó caro. Pero ya en 2019 desanduvo esta suba, y en 2020 Powell combatió al Covid-19 con una política monetaria radicalmente más expansiva que cualquiera de sus antecesores. El balance de la Reserva Federal creció de US$ 4,14 billones en enero de 2020 hasta US$ 8,3 billones hoy, aumentando 128% su tenencia de títulos públicos a US$ 5,3 billones.

El mercado espera que hacia fin de año la Fed reduzca sus compras de activos, hoy en US$ 120.000 millones mensuales. Dos tercios en bonos del Tesoro y el resto en valores respaldados por hipotecas. Según las actas de su reunión de julio, la Fed sopesa empezar el ajuste por estos últimos, dada la fortaleza del mercado inmobiliario. Los hogares no desaprovecharon las tasas bajas y el crédito hipotecario creció US$ 670.000 millones en el segundo trimestre de 2021, su mayor suba interanual desde 2008. Como contracara, el precio de las viviendas voló 17% en el último año. No se trata del único precio que sube.

La inflación interanual marcó 5,4% en junio y julio. Además de tratarse de los registros más altos en 13 años, el IPC tomó un peso en el debate público que no es usual en EE.UU. En mayo hubo un pico histórico de búsquedas de “inflation” en Google.

La Fed repite que la escalada se debe a distorsiones transitorias por la reapertura, ejemplificando con la escasez de semiconductores y su impacto en el mercado automotriz. La desaceleración en términos mensuales de 0,9% a 0,47% en julio valida esa mirada. Aunque quitando el efecto “autos usados”, que aportó 0,25 puntos por mes entre abril y junio, el promedio de inflación mensual para 2020 (0,46%) sigue arriba de 2019 (0,19%) y 2018 (0,16%). Los críticos de Powell insisten que sin suba de tasas, se puede descontrolar.

La tasa Fed Funds es inferior a la inflación desde noviembre de 2019. Sacando el segundo trimestre de 2020, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años es menor que la variación anual del IPC desde agosto de 2019. Hoy rinden 1,3%, con una inflación estimada de 5,1% para agosto. Van 22 meses con la tasa Fed Funds y los bonos a 10 años debajo de la inflación. En 2011-2013 llegaron a acumular 23 meses así, hasta que Bernanke anunció un recorte en la compra de títulos y su rendimiento saltó de 1,5 a 3% en menos de un año, sacudiendo al mercado. Un fantasma que Powell quiere evitar.

Para encontrar otro periodo de tasas reales negativas tan extendido, hay que remontarse a fines de los '70, en la antesala del shock de Volcker. En una charla con estudiantes el martes 17, Powell recomendó como material de lectura la autobiografía de su antecesor entre 1979 y 1987, una mención que no pasó desapercibida. Pero en general, el presidente de la Fed sostiene que la inflación actual tiene poco que ver con la setentista: un overshooting de tasas no resolvería los faltantes de insumos y podría dañar seriamente la recuperación.

Una recuperación estadistícamente sólida, pero bajo amenaza constante. No solo por la inflación, las tasas o buques atascados. Entre junio y julio las ventas minoristas se contrajeron 1,1% y las de restorantes se desaceleraron de 2,4 a 1,7%. Con las internaciones por Covid en máximos desde fines de enero por la variante Delta, los números de agosto podrían ser peores.

En cuanto al mercado laboral, al que la Fed sigue atentamente, EE.UU. sumó casi un millón de empleos el mes pasado (70% en el sector de los servicios). Se trató del mejor registro desde agosto de 2020 (+1,6 millones). El desempleo cayó medio punto a 5,4%. Con la fuerza laboral actual, llegar al 4,5% que la Fed estima para diciembre requiere generar 280.000 puestos por mes. Contando las 3,1 millones de personas que dejaron de buscar trabajo desde marzo de 2020, la tasa de desempleo sube a 7,3% y haría falta crear 620.000 puestos mensuales. El temor al virus tal vez jubiló definitivamente a parte de la población, pero la vuelta a clases presenciales y el avance de la vacunación incidirán en la oferta laboral.

Los empleadores empiezan a hacer un esfuerzo por captar esta masa indecisa: con los puestos vacantes en un récord histórico de 10,1 millones, los salarios nominales por hora crecieron 4,1% interanual en julio, por encima del 2,8% promedio de 2016-19, aunque todavía pierden contra la inflación.

Estas son algunas de las cifras que Powell llevará al simposio económico de Jackson Hole, el viernes 26. Una cita anual donde la Reserva Federal suele tratar temas de más largo alcance. No sin humor, su página oficial recuerda que en 2007 a muchos les parecio “aburrida” la elección del mercado hipotecario como tópico principal: por suerte, hacia agosto la crisis de las hipotecas lo había vuelto un tema “relevante y oportuno”.

En 2020 se modificó la meta de inflación de 2% a 2% promedio a lo largo del ciclo. Esta reescritura sútil permite que la Fed deje correr los precios hoy para compensar el 1,4% de 2020. La conferencia de este año tiene atención garantizada. Iba a ser presencial, pero la explosión de casos obligó a ir para atrás. ¿La variante Delta le impondrá algún otro cambio de planes a la Reserva Federal?

(*) Analista de Econviews

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