El viceprimer ministro de China, Zhang Gaoli, aseguró ayer que el país podrá alcanzar su meta de crecimiento económico para este año, en momentos en que el gigante asiático se debate entre una desaceleración de la inversión extranjera directa (IED) y el riesgo de una burbuja de la deuda alentada por la expansión monetaria del banco central.
Zhang, quien habló en un foro en Pekín, dijo que China llegaría al objetivo de un expansión entre 6,5% y 7% por más que la recuperación de la economía internacional sigue floja y enfrenta varios factores inciertos.
Por su parte, el Ministerio de Comercio dijo que la IED subió un 6% anual en abril, a 62.570 millones de yuanes, o U$S 9.890 millones. El dato representó una moderación desde el aumento de 7,8% observado en marzo.
Después de un cierre del 2015 complicado, la economía china mostró indicios de estabilización en el primer trimestre de este año, llevando cierta tranquilidad a los mercados financieros internacionales. Pero algunos analistas advierten que la mejora no está asegurada.
Zhang dijo que el gobierno en Pekín no recurriría a medidas de estímulo amplias, después de que el Diario Popular, la publicación del Partido Comunista, advirtiera en un artículo esta semana sobre los riesgos de la política monetaria expansiva.
En la misma línea, un informe de Moody´s dijo que la deuda de las empresas estatales chinas es más alta que la de cualquier otro país, al ubicarse en 115% del PIB. La calificadora dijo que si Pekín no controla esas deudas, la economía podría resentirse aún más debido al cierre de fuentes de financiamiento. En una semana clave para la divulgación de datos económicos de China, el sábado se conocerán las cifras de la producción industrial y las ventas minoristas de abril.
