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Aumentan apuestas para la recuperación del petróleo

24 noviembre de 2016

por Gustavo Neffa (*)

El “oro negro” nunca definió una tendencia clara en los últimos meses. Se debate entre mostrar la realidad, que es un exceso de oferta mezclada con inventarios todavía muy elevados respecto a lo normal, o bien reflejar lo que vendrá, que es activar un recorte de producción entre los miembros de la OPEP, algo sobre el cual se ha especulado mucho, pero que nunca se efectivizó.

Luego de la depuración que lo llevó nuevamente a un mínimo de US$ 44, el precio del petróleo recuperó terreno hasta los US$ 48 por barril de WTI en las últimas ruedas. La razón es sencilla y se repite: tras la reunión de septiembre, la OPEP y Rusia comunicaron que se encaminaban a reducir la producción a 32,5-33,0 millones de barriles por día, en comparación con su producción actual récord de 33,8 millones de bpd. Pero el exceso de oferta en el mercado no desapareció aún y los inventarios de EE.UU. siguen siendo elevados. Un dólar fuerte, producto de la victoria de Donald Trump, tampoco ayuda.

Más números

El problema es que los países productores agrupados en la OPEP representan 43% de la producción mundial de petróleo: no llega a la mitad y se encuentra en baja. Pero su peso en materia de reservas es muy superior: es el 81% de las reservas totales y en las exportaciones es del 51%. Además, la OPEP concentra la totalidad de la capacidad excedente de producción de petróleo del mundo, lo que la convierte en una especie de “banco central” del mercado petrolero. Por último, la cuota de mercado de la organización aumentará en el futuro, ya que la Agencia Internacional de la Energía prevé que la producción de petróleo convencional de los países que no forman parte de la OPEP alcanzó su máximo el año pasado ya y no tiene capacidad de crecer (a menos que se descubran nuevos yacimientos).

Hoy la OPEP está integrada por catorce países miembros: siete en el Oriente Medio, cinco en Africa y dos en América del Sur (Venezuela y Ecuador). Otros países como Sudán, México, Noruega, Rusia, Kazajistán, Omán y Egipto participan como observadores en las reuniones del grupo, pero no son miembros.

Está en la organización decidir si quiere realizar un recorte o no. Irán es un país miembro que vienen bombeando cada vez más este año y que se mantendría al margen porque depende mucho de su petróleo y fueron levantadas hace poco las restricciones impuestas por los países ricos. Irak también se encontraba en la misma situación, intentando sanear sus recursos luego de sucesivas guerras civiles, pero aceptaría ahora autoimponerse un recorte. Rusia es parte de las negociaciones, y es un peso pesado en la materia que podría acompañar a la OPEP.

Qatar, Argelia y Venezuela están liderando el impulso del acuerdo mientras que Arabia Saudita, Irak e Irán están en desacuerdo sobre cómo compartir los recortes de producción. De haber acuerdo, representaría la primera movida del cartel de la OPEP desde 2008 y un intento de poner fin a más de dos años y medio de caídas ininterrumpidas en el precio del petróleo debido al récord de producción de Rusia a comienzos de año y de la OPEP del mes pasado, así como del aumento en las existencias en EE.UU.

Trump probablemente facilite una mayor inversión en el sector energético, y con el tiempo aumentaría la producción de petróleo de EE.UU. ya que se buscaría desregular la producción de combustibles fósiles. El número de equipos de perforación subió al nivel más alto desde febrero, por lo que ya hay indicios de dinamismo del sector.

El suministro mundial aumentó en 800.000 bpd en octubre hasta 97,8 millones de bpd, por el récord de producción de la OPEP y de países como Rusia, Brasil, Canadá y Kazajstán. La organización espera un crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2017 de 1,14 millones de bpd, alcanzando los 95,54 millones de bpd. Si no hay un recorte de la OPEP, el exceso de oferta podría llegar a un tercer año en 2017. Pero de haberlo, dicho exceso se eliminaría y habilitaría nuevos objetivos alcistas.

¿Habrá acuerdo en la OPEP? El posible acuerdo para limitar la producción es fundamental para lograr un equilibrio en el mercado y evitar una presión bajista sobre el petróleo. La reunión se llevará a cabo el viernes de la semana que viene en Viena. Dependiendo del resultado, estos serían los escenarios de precios.

Si hay acuerdo, la resistencia clave se ubica en la zona de US$ 52. Dada la tendencia alcista de fondo, un quiebre de la misma habilitaría objetivos superiores a USD 57. Algunas estimaciones privadas hablan incluso de US$ 59.

Si no hay acuerdo, desde los technicals el soporte clave su ubica en la zona de USD 42. Un quiebre del mismo habilitaría una caída hacia US$ 39, nivel correspondiente al 50% de retroceso de Fibonacci. En dicho caso se completaría una figura que en la jerga de los mercados se denomina “hombro-cabeza-hombro”, que podría habilitar una caída a US$ 36.

Si la OPEP y Rusia acuerdan la distribución de cuotas para congelar la producción, se podría alcanzar un equilibrio de mercado el año que viene. A la espera del acuerdo, las apuestas para la recuperación del petróleo aumentan. A estar atentos a la decisión de la OPEP la semana que viene.

(*) Socio y director de Research for Traders (RfT) Fernando

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