Argentina lo hizo de nuevo. En menos de 10 años, acumulará dos pergaminos crediticios cuestionables.
Primero, en 2018, el préstamo más grande en la historia del FMI (casi US$ 60.000 millones), totalmente por encima de los parámetros normales y esperables dada la cuota de Argentina.
Ahora, apenas 7 años después, habiendo usado casi todo aquel préstamo y hablerle sumado encima otro de US$ 20.000 millones con ese mismo acreedor para devolver el primer préstamo, el Tesoro de Estados Unidos le haría un préstamo directo a Argentina.
Es tan impresionante la capacidad de Argentina para pasar la gorra con éxito como el hecho, triste, de que, aún así, nos sigan faltando dólares para pagar la deuda.
Hay dos personajes claves, de uno lado y el otro de la mesa, que estuvieron presentes tanto en 2018 como en 2025: Luis Caputo del lado de Argentina y del lado de EE.UU., Donald Trump.
- Argentina "logra", así, sacarle dólares nuevamente a Trump, que se autodescribe como un gran negociador. Mientras Trump siga en la Casa Blanca, bromeaba un operador, será nuestro prestamista de última instancia.

Daza y Bessent
Detrás de Trump y Milei, hay otras dos personas claves detrás de lo que estaría a punto de pasar. Que, como aquel préstamo de 2018, es igual de inédito y extraño. Casi anómalo en esta etapa global. Los préstamos del Tesoro de EE.UU. a Brasil y México fueron en décadas más complicadas para el mundo emergente, como los '80 y '90. Ya en los 2000, todos aprendieron -salvo algún desprevenido- a hacer las cosas bien y hacer roll-over de sus deudas.
Las dos personas claves del préstamo actaul -cuyos detalles aún restan definirse- son Scott Bessent, elegido por Trump para conducir el Tesoro de EE.UU., y José Luis Daza, actual viceministro de Economía, elegido por Luis Caputo luego del breve paso de Joaquín Cottani por el Mecon.
Bessent y Daza tienen una relación de casi dos décadas forjada en Wall Street.
Para muchos, la llegada de Daza al Mecon tenía el objetivo de activar esta línea de accción en caso de que los planes A -vovler al mercado- y B -vivir con lo nuestro- fallaran, como terminó pasando.
Cómo se conocen Bessent y Daza
En 2006, en pleno auge bursátil previo a la crisis subprime, Daza —economista chileno con paso por JP Morgan y Deutsche Bank— conoció a Bessent, ya famoso por haber manejado fondos de George Soros en los '90 y por su propio hedge fund.
Desde entonces, sus caminos se cruzaron una y otra vez.
De Soros a QFR
Tras dejar Soros Fund Management en 2000, Bessent -el primer secretario del Tesoro abiertamente gay de la historia de Estados Unidos- invirtió desde Protégé Partners en QFR Capital Management, el fondo que Daza fundó en 2007 junto a los argentinos David Sekiguchi y Demian Reidel (hoy, cerebro nuclear de Javier Milei). Incluso, cuando en 2011 Bessent volvió como chief investment officer de Soros, volvió a canalizar fuertes montos hacia QFR.
Según fuentes de Nueva York, Bessent valoraba en Daza su capacidad de "ganar dinero cuando el mercado cae", una cualidad poco común en los gestores.
Una sociedad que casi fue
A mediados de la década pasada, Bessent fundó Key Square Group, su propia firma de inversión global, y quiso llevarse a Daza. Pero este prefirió seguir al frente de QFR hasta 2020.
En todo ese tiempo, el contacto entre ambos fue permanente. Bessent llamaba seguido a Daza para intercambiar visiones sobre coyuntura financiera global.
El factor argentino
Hoy, casi veinte años después de aquel primer encuentro, Daza es el segundo de Luis "Toto" Caputo en el Ministerio de Economía argentino y Bessent, como 79° secretario del Tesoro, tiene la billetera más profunda del mundo.
La relación personal entre ambos es un activo para la Argentina y eso ya quedó demostrado en la inédita visita que hizo Bessent a Argentina en abril.
"Scott entiende de Argentina y tiene una visión global", dijo Daza a fines de 2024, sin dar más detalles.
No es el único factor, por cierto, para destrabar el préstamo -también hay cuestiones geopolíticas-, pero ayuda y mucho.
Un perfil singular
Exprofesor de historia económica en Yale, reservado y catedrático, Bessent combina la teoría con el olfato de inversor. El Wall Street Journal lo describe como un estudioso obsesivo.
Bessent se casó con John Freeman, un ex fiscal de la ciudad de Nueva York , en 2011. Tienen dos hijos y nacidos por gestación subrogada.
"Espero que no haya escuchado el discurso de Milei en Davos", señalaba un operador del mercado.