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Cómo encontrar el mejor momento para invertir

Es difícil encontrar el mejor momento para comprar una acción y eso hace que muchas veces no nos animemos a dar el primer paso. ¿Cómo encontrar una manera de decidir cuándo es un buen momento para entrar al mercado?

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14 julio de 2021

Por Matías Daghero (*)

En el mundo de las finanzas hay muchos gurús financieros que aseguran haber encontrado la fórmula mágica para tomarle el tiempo al mercado. Es que parece muy simple a primera vista: el secreto es sólo comprar en pisos de mercado y vender en techos.

¿Quién no ha escuchado a personas que juran saber cómo hacer para comprar activos a precios mínimos y salir justo cuando llegaron a su techo? Si alguna vez te dicen esto, te aconsejo que no les creas. Es muy difícil tomarle el tiempo al mercado de forma sostenida a través de los años.

Muchas veces cuesta que los inversores se animen a dar el primer paso por miedo a que apenas compren el precio del activo se desplome. Y ese temor hace que nunca empiecen a invertir.

Por eso quiero contarte hoy una forma más segura de saber cuándo invertir.

¿Cómo tomarle el tiempo al mercado?

No te voy a proponer otra fórmula milagrosa para atrapar mínimos o vender en máximos. La realidad es que con el diario del lunes todos somos Gardel. Nadie sabe con certeza que va a pasar en el mercado. Pero si vemos cómo les fue a distintos tipos de inversores en el pasado podemos tener algunas ideas que nos den tranquilidad a la hora de invertir.

Un estudio de Charles Schwab comparó distintos perfiles de inversores que hubieran invertido US$ 2.000 por año durante 20 años en el S&P500 (índice accionario que nuclea a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos), desde 1993 a 2012.

Los resultados fueron sorprendentes y muy útiles para guiarte en tu camino de inversión. Te los muestro abajo.

El Sr. Perfecto. Este inversor tuvo un timing perfecto, ese que los gurús de las finanzas tanto quieren que creas que tuvieron y que no existe en la realidad. Logró comprar cada año en el momento más bajo del mercado.

La Sra. Acción. Usó una estrategia muy simple: apenas recibía el dinero lo invertía inmediatamente en el S&P 500 sin demoras.

El Sr. Mensual. Este inversor optó por dividir su inversión, invirtiendo el mismo monto cada mes. De esa forma, fue promediando precio.

La Sra. Mala Suerte. Esta persona tuvo una mala suerte increíble, compró cada año en el momento más alto del mercado. Realmente tuvo una pésima puntería para elegir el momento de su inversión.

El Sr. Colchón. Este inversor nunca se animó a invertir en acciones. Siempre tuvo miedo a que llegara el próximo crash del mercado, convencido de que iba a existir un mejor momento para entrar. Sólo compró bonos del Tesoro de Estados Unidos, que tienen un rendimiento muy bajo.

Doña Rosa. Este me permito agregarlo al estudio. Sería algo parecido a dejar los dólares abajo del colchón para un inversor argentino típico

Este es el capital final que tuvieron estos inversores al final de ese periodo de 20 años.

Obviamente, el inversor que tuvo el timing perfecto fue el de mejores resultados. Pero lo sorprendente es que incluso la persona con la peor suerte del mundo, que compró en el punto máximo de cada año, le ganó con creces al ahorrista clásico del colchón, acumulando un capital 40% mayor a no haber invertido. Ya no parece que haya tenido tan mala suerte.

En realidad, el de mayor “mala suerte” fue Doña Rosa que si bien muchos idolatran en Argentina, no pudo ganarle ni siquiera a la inflación.

Incluso vemos que luego del timing perfecto, la mejor estrategia de todas fue la más simple de ejecutar: comprar apenas tengas el dinero disponible. Este inversor le ganó por mucho al colchón, logrando terminar con un capital 60% mayor. Y apenas tuvo un desempeño 6% inferior al inversor perfecto, quedando en un muy digno segundo puesto. En el medio quedó la estrategia de promediar precio, que también tuvo un desempeño aceptable.

El inversor que se quedó esperando a que llegara un mejor precio para comprar y nunca se animó a invertir apenas pudo ganarle a la inflación.

Y si todavía pensás que esto fue casualidad por el periodo que se eligió, Charles Schwab realizó este mismo análisis para 68 periodos diferentes de 20 años y en 58 de ellos, el orden de los rendimientos fue exactamente el mismo.

El costo de no hacer nada

Con tantos videos dando vueltas que hablan del crash del mercado que está siempre a la vuelta de la esquina, es fácil tener miedo de invertir. No podemos dejar de pensar que apenas compremos el precio se va a desplomar. Lo que este estudio demuestra es que el costo de estar siempre esperando un mejor momento para entrar es mucho mayor al de equivocarse, entrando a precios altos.

Por supuesto, habrás notado que siempre se analizaron periodos largos del tiempo, es decir, que esta estrategia es para inversores pacientes, dispuestos a apostar al largo plazo y que toleren la volatilidad.

Además, no es cuestión de invertir inmediatamente en cualquier cosa. Lo que se tuvo en cuenta fueron inversiones en el índice S&P 500, que incluye empresas consolidadas y de alta calidad.

Claramente para el inversor paciente y de largo plazo, apostar a empresas con negocios sólidos es mucho más seguro que guardar el dinero en el colchón esperando el momento ideal.

(*) Presidente de Closing Bell Advisors. Si te interesa recibir información de finanzas personales e inversiones, suscribite a su newsletter gratuito semanal aquí

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