El Economista - 73 años
Versión digital

vie 26 Jul

BUE 12°C

Comenzó la Fase 2: tasas neutras con dólar firme

24 noviembre de 2016

por Luis Varela

Al asumir hace un año, el presidente Macri resolvió dar muestras de un Estado bajo control, y de la llegada de una administración más eficiente, para no generar temor y que esa sensación terminara profundizando los problemas de Argentina.

Sin embargo, los resultados que se están obteniendo con esta política de manejo gradual, parecen haber convencido al titular del Ejecutivo de que la Fase 1 no está funcionando y que es imperioso, necesario, pasar a la Fase 2, con una posición más realista, mucho más agresiva con los actores económicos, tratando de encontrar un camino de recuperación que por ahora no está llegando.

De la Fase 1, gradual, a la Fase 2, veremos hasta dónde llega, se pasó por datos bien concretos. Ayer mismo se realizaba la emisión de una nueva Letra del Tesoro por US$ 500 millones y desde que se resolvió pagar el gasto con deuda ya se llevan tomados nada menos que US$ 52.000 millones.

Buscando la reactivación de la economía el déficit fiscal ya llega a $ 63.000 millones (subió 184%) y se gasta más del doble de lo que se recauda.

Conocido todo ese tablero, el presidente Macri convocó ayer a empresarios y gremialistas. Les comunicó que las cosas no están funcionando. Recibió pedidos de los sindicatos y planteos de los empresarios. A la CGT la calmó transfiriéndole otros $ 1.784 millones de pesos para las obras sociales. Y a los empresarios les prometió bajar las tasas de interés y revisar los convenios laborales.

De hecho, en la pulseada entre Alfonso Prat Gay y Federico Sturzenegger, Macri se inclinó por el titular de Hacienda, forzó al Banco Central a bajar la tasa de las Lebac (ahora rinden 25,25% anual las cortas y 22,95% anual las largas), sin importar que ese nivel de intereses esté en línea con la inflación esperada por la gente (25% anual) según un estudio de la Universidad Di Tella.

Y el resultado de haber pasado de la Fase 1 a la Fase 2 se vio inmediatamente en los mercados. Ayer el dólar dio un salto: el tipo de cambio oficial saltó 10 centavos, hasta $ 15,75, su mayor valor en ocho meses, mientras que el blue trepó ocho centavos, hasta $ 15,95, su mayor cotización en un año, cuando en el final de Cristina marcaba un récord histórico de $ 16,06.

Este paso de la Fase 1 a la Fase 2 también están muy forzadas por la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EE.UU. y a la fortaleza del dólar en casi todos los mercados del mundo.

Ayer, luego de haber anunciado que abandonaba la Alianza del Pacifico, el dólar trepó con fuerza en los países asiáticos. Llegó a 112 yenes en Japón y se acerca rápidamente a los 7 yuanes en China. Con la particularidad de que ayer el billete verde también estuvo firme en Europa y en América Latina: alcanzó los 20,71 pesos en México, los 3,39 reales en Brasil y se acerca a los 680 pesos en Chile.

Frente a todos estos movimientos, en pleno blanqueo, ahora con la siguiente fase venciendo el 31 de diciembre, ayer se recibió otra estocada, que desalienta la exteriorización de capitales para aquellos que pretenden poner su dinero en blanco para comprar inmuebles en Argentina y buscar renta en un negocio que rinde entre 3% y 7% anual, en alquiler de propiedades grandes y chicas.

El Senado dio media sanción ayer a un proyecto para regular los alquileres, en una película que fue vista muchas veces en la Argentina del pasado. Cada vez que llega una iniciativa de esa naturaleza, se achica de manera considerable la construcción de obra nueva, y en definitiva los que terminan pagando el costo son los inquilinos, por la menor oferta de departamentos en alquiler.

La cuestión es que, por el final de la Fase 1, la aceptación de la Fase 2, la suba del dólar, la presión inflacionaria, un gasto que supera a la recaudación, los tenedores de bonos largos siguieron de salida, volviendo a desprenderse de títulos argentinos. El bono más largo del país, el AA46, desbarrancó ayer 1,6% y acumula una caída de casi 12% en los últimos dos meses. Ayer, el 70% de lo operado en bonos se transó en 5 papeles: AA17 34%, DICA 11%, AY24 10%, AJ17 9% y PBJ19 5%. Hubo una suba del 1 al 2,2% para los bonos PMN18, AD16, AF17, PUM21, FORM3, PUO19 y TC21, y una baja del 1 al 2% para los bonos AA46D, AA46 y TVY0.

Con alta presión inflacionaria, que mirada para atrás rodó al 40% anual, y para adelante se espera al 25%, las tasas de los plazos fijos no seducen a ahorristas o inversores, ya que pagan entre 18% y 19% anual.

Mientras los mercado externos finalizaron mixtos, con muy poco movimiento, en la Bolsa de Buenos Aires el 70% de lo operado se transó en doce papeles: Pampa 20%, Cresud 9%, Petrobras Brasil 9%, Edenor 5%, Galicia 5%, TGS 4%, Havanna 4%, Central Puerto 3%, Siderar 3%, Tenaris 3%, Transener 3% y Aluar 3%.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés