La sanción de la Ley Bases y el capítulo sobre el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) sigue dando qué hablar, en especial en el sector de las pequeñas y medianas empresas, que expresaron su disconformidad desde un principio.
Tampoco alcanzó la incorporación de pymes locales. La nueva normativa específica que los proyectos beneficiados con el RIGI se comprometerán a destinar, como mínimo, 20% del monto total de la inversión a la contratación de proveedores nacionales.
Algunas entidades, como la Unión Industrial Argentina y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) vienen trabajando en un primer borrador para enviar al Congreso Nacional una suerte de mini RIGI para las Pymes. Sería una ley nueva con beneficios para incentivar las inversiones y generar empleo en ese sector.
Consultado por este medio, desde CAME admitieron que ya presentaron al Gobierno Nacional un proyecto que incluya entre otras cuestiones, créditos a tasas subsidiadas, rebaja de cargas patronales, exención de retenciones para las exportaciones que sean incrementales, amortización del capital y otros aspectos tributarios.
El texto del borrador también abarca la creación de una agencia federal Pyme, para que se genere competencia, desarrollo y promueva a las pequeñas y medianas empresas con diferentes actividades y trabajo de formación, y un sistema simplificado para la reestructuración de pasivos. También promueve un mayor financiamiento al sector.
La clave, dicen, es cómo contemplar el costo fiscal, ya que el objetivo del Poder Ejecutivo es consolidar el superávit de las finanzas públicas.
La UIA también dejó en claro su interés de que se fije un porcentaje determinado de compre nacional para la adquisición de bienes de capital de fabricación nacional.
"Sería una ley totalmente nueva. Todo el espectro Pyme la está reclamando. Es necesario un impuesto simple, justo para evitar la competencia desleal y enfocado al sector de las pequeñas y medianas empresas", afirmaron.
El Gobierno tomó nota del reclamo y las negociaciones continuarán durante las próximas semanas con distintos representantes de los sectores pymes, no sólo industriales sino de todos los rubros. También trascendió que en algunas provincias como el caso de Neuquén se está trabajando en un RIGI neuquino, pero por ahora no hay nada oficial, sólo especulaciones.
Incentivos a la inversión productiva
Desde un primer momento, incluso antes de su sanción, la CAME fijó su postura sobre el tema. "Consideramos que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) −contemplado en el proyecto de ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos− es un instrumento que por los beneficios fiscales otorgados tiene el potencial de atraer inversiones de gran volumen a nuestro país. El gran desafío que tiene este régimen por delante es que esas inversiones se constituyan en una palanca para el crecimiento económico sostenido y la creación de riqueza y desarrollo de la sociedad en su conjunto", subrayó Ricardo Diab, secretario de dicha entidad.
Y agregó: "El RIGI es, a nuestro modo de ver, un potente sistema de atracción de inversiones productivas. Pero no se debe dejar de lado que todo incentivo hacia la inversión tiene como contrapartida una menor recaudación y un trato discriminatorio hacia las empresas que no cuentan con dichos beneficios".
CAME comparte la necesidad de generar incentivos a la inversión productiva. "Somos los primeros defensores de la economía real que se contrapone a la especulativa y somos conscientes de que sin incentivos no hay inversión. Pero a propósito del retorno sobre esa inversión surgen preguntas: ¿cuántos puestos de trabajo generarán esas inversiones? ¿Cuántos proveedores locales se integrarán a este proceso? ¿Cuál será el saldo neto de divisas que se generará en nuestro país como consecuencia de este régimen? ¿Cuáles son las cláusulas que fomentan la participación de nuestras empresas en el proceso de inversión?", cuestionó la CAME.
Y ratificó que es perentorio atraer inversiones, "pero al mismo tiempo es imprescindible integrar a este régimen a las pequeñas y medianas empresas, a la industria existente, a las economías regionales y a las locales. Es indispensable que se beneficie a la sociedad en su conjunto".
