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Coincidencias sobre qué hacer con el barril criollo, pero no cómo

22 noviembre de 2016

El consenso frente a qué hacer con el barril criollo era y sigue siendo unánime entre los diversos actores del sector petrolero. El Gobierno Nacional, las provincias, YPF y los sindicatos coinciden en que es necesario quitarlo para generar mejores condiciones de mercado, con el objetivo de atraer más inversiones. No obstante, no existe todavía un acuerdo en torno a cómo hacerlo. Mientras el Gobierno analiza una quita de shock, las provincias, YPF y los sindicatos piden que se siga reduciendo de manera gradual, como viene sucediendo hasta ahora.

Las consecuencias de una eliminación completa de un día para el otro serían múltiples. Desde las provincias, advierten algunas: las regalías que reciben caerían fuertemente, la producción de crudo y refinerías locales se verían impactadas significativamente, la recaudación por algunos impuestos provinciales mermaría y el nivel de actividad general de la provincia (sobre todo, en aquellas más dependientes del petróleo) sentiría el golpe, mientras que eso redundaría en efectos negativos en el empleo y el humor social en sus distritos.

Los sindicalistas, por su parte, ponen el foco en el mercado laboral y advierten que con precios internos menores para el crudo, la actividad del sector se resentirá y aumentarán los despidos y suspensiones. Para muestra basta un botón: cuando Mauricio Macri asumió como presidente, las petroleras pusieron como condición para evitar el parate de equipos y las suspensiones de dotaciones que se mantuviera el precio sostén fijado por el gobierno saliente (conocido como “barril criollo” en el sector).

Por su parte, Miguel Gutiérrez, presidente de YPF, la principal empresa del mercado, también brega por una reducción del barril interno, aunque gradual. Si se eliminara por completo y de un día para el otro, el precio del crudo Medanito (que se extrae en la cuenca neuquina) pasaría de los US$ 63 actuales a US$ 47, mientras que el Escalante (de la cuenca del Golfo de San Jorge, la que se vería más perjudicada) caería de US$ 52 a US$ 40. Es decir, un desplome de 25% de un día para el otro en el precio del crudo local. En esa línea, según trascendió, Madalena Energy, una empresa independiente canadiense con presencia en Vaca Muerta, comunicó a su país que las refinerías a las que le vende su producción en Argentina le habían notificado que reducirían 30% el precio.

No obstante, aún con una reducción de esa magnitud, el precio de las naftas no bajaría en la misma proporción, dado que está compuesto en menos de 50% por el valor del crudo. Asimismo, los gobernadores advierten que la eliminación del subsidio al barril no llevaría el precio del crudo local al precio de paridad de importación sino por debajo de él, dados los costos de logística y transporte que debe asumir la actividad local. Asimismo, aunque mediante la importación se ahorran varios dólares por barril, el efecto positivo sobre las economías provinciales del crudo producido localmente supera esa ganancia, sostienen.

Eliminar por completo el precio sostén, por otra parte, dejaría a las empresas ?en especial aquellas que operan en la cuenca del Golfo de San Jorge, en Chubut? libradas a las oscilaciones del crudo a nivel internacional, cuando aún no se conoce qué se resolverá en la próxima reunión de la OPEP en Viena ni qué impacto tendrá ello sobre el mercado, así como tampoco se puede dar por superado completamente el efecto Trump.

Por todo, aunque la posición del Gobierno es inicialmente la de proponer una quita de shock, la mayoría de los actores de la industria cree que se impondrá la gradualidad.

“En 2015 bajó siete dólares el barril para la cuenca neuquina, en 2016 volvió a bajar 10% y ahora vendrá otro tipo de ajuste que nos va a acercar al precio internacional. Hay dos posibilidades, o se hace abrupto o se hace con algún tipo de plazo”, había señalado en una entrevista con el diario Río Negro, a fines de octubre, el ministro Aranguren. En aquella oportunidad, había anticipado que el barril interno se reduciría “a fin de año”.

Ante la consulta de El Economista, un vocero del Ministerio de Energía y Minería negó que haya resoluciones en torno al tema, pero reconoció que las negociaciones existen y seguirán durante la semana. Desde YPF, en cambio, rehusaron hacer comentarios. Esta semana habrá más reuniones con representantes de los distintos actores del sector que tendrán a Juan José Aranguren como protagonista.

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