El director por el Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex secretario de Finanzas argentino, Sergio Chodos, habló hoy sobre la reestructuración de la deuda argentina y afirmó que en las últimas semanas el Gobierno tuvo un “mayor acercamiento” con los acreedores.
“Es un momento importante donde hay mayor comprensión, un acercamiento entre las partes y un nivel de responsabilidad incremental en varios de los actores del lado de los acreedores”, señaló Chodos en diálogo con FM Radio Con Vos.
Además destacó el reconocimiento sobre las “restricciones que tiene la Argentina”, e indicó que “se sigue negociando con toda la voluntad de ambas partes de llegar a un acuerdo”, aunque teniendo siempre en claro que “lo prioritario es el interés de los argentinos y la posibilidad de que se pueda pagar”.
Chodos agregó que el país “trató de evitar esconderse detrás de la pandemia o de otros datos objetivos" y, en cambio, realizó "un esfuerzo ingente para permitir que exista la posibilidad de llegar a esta reestructuración, ya que había un default virtual en el sentido de que la capacidad de pago estaba agotada”.
Al respecto, advirtió que desde que empezó la crisis generada por el coronavirus hay una reversión de flujos desde los países emergentes a los centrales, e hizo notar que “hay muchos países, incluso centrales, con problemas de deuda, y no queda claro si el problema puede seguirse tratando con una disminución permanente de la tasa de interés”.
En cuanto a los plazos para llegar a un acuerdo entre el Gobierno y los acreedores, el abogado con especialización financiera y ex director del BCRA, remarcó que “si hay una nueva oferta" por parte de la Argentina "debería haber una modificación del plazo del 2 de junio” comunicado por el Ministerio de Economía.
A su vez aclaró que esa fecha tiene que ver con los plazos mínimos en que tiene que estar abierta al mercado cualquier oferta, según las resoluciones de las autoridades de títulos valores de los Estados Unidos, y no puede ser de más de 10 días.
“Como por ahora la Argentina no ha modificado la oferta originaria a los acreedores, el plazo de extensión fue hasta el 2 de junio”, explicó y dijo que “más que pensar dónde está la pelota en la cancha, en esta instancia hay más una mesa de diálogo”.
Por otro lado, sostuvo que la contraoferta presentada semanas atrás por el fondo inversor Black Rock estaba “muy por encima de los parámetros lógicos y claramente significaba una negación de la misma necesidad de reestructuración”, aunque “desde entonces hubo una mucho mayor aproximación con ese fondo y con los demás acreedores”.
El funcionario enfatizó que la Argentina “juega su parte en un problema mucho más global”, y juzgó que “no somos ninguna oveja negra, sino que tenemos particularidades específicas”. “Por ejemplo, el nivel de tolerancia estructural de la Argentina a la deuda externa para financiar gastos corrientes en pesos está claramente limitada, más que en otros países”, argumentó.
Por último, el director ante el Fondo Monetario insistió, en lo que respecta a la Argentina, en que “vemos responsabilidad e interés en las partes de llegar a un acuerdo manteniendo lo más importante, que es que tener la deuda alineada a la capacidad de pago” y halagó al ministro de Economía, Martín Guzmán, por su gestión.
“Guzmán es un académico de nota, un profesional comprometido y un patriota, ya que el patriotismo no es sólo para los próceres, con una capacidad muy fuera de lo común y un compromiso muy fuera de lo común, y un nivel de convicción y a la vez de racionalidad muy fuera de lo común”, concluyó.
